El Consejo de Ministros ha modificado acertadamente los criterios del decreto-ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial, aprobado el 12 de marzo, para autorizar a las autonomías una mayor flexibilidad en el reparto de los 7.000 millones de euros en ayudas directas. Baleares ha de recibir 855,7 millones para paliar el impacto de la crisis derivada de la pandemia. El acuerdo aprobado amplía las empresas que podrán ser receptoras de este fondo estatal y posibilita también que puedan acceder los negocios que registraron pérdidas en 2019 por causas excepcionales. Las comunidades autónomas también podrán dedicar parte de las ayudas a los perjudicados por la quiebra del turoperador Thomas Cook en 2019.

Sectores excluidos.
La primera versión del decreto-ley que regula estas ayudas directas provocó un aluvión de quejas y protestas por la exclusión de numerosos sectores. En Baleares, concretamente, se quejaron los fabricantes de calzado, los productores de queso, los empresarios de muebles, autónomos de peluquerías, así como los centros de estética, floristerías, tiendas de souvenirs, concesionarios de coches y talleres de reparación al no aparecer entre los 95 sectores cuyo epígrafe fiscal les permitía obtener la aportación estatal. Ahora el Gobierno corrige estas omisiones y las autonomías podrán repartir las ayudas atendiendo a las especificidades del tejido productivo de cada región.

Agilizar la tramitación y el pago.
Así pues, Baleares contará con los mismos recursos para repartir entre más empresas, que han de cumplir como primer requisito una caída del 30 por ciento en su facturación el año pasado. El problema es que más de un mes después de su aprobación, el Govern aún no ha publicado la convocatoria, ya que, para ello, ha de firmar primero un convenio con el Gobierno. Es exasperante la lentitud de la administración. El deterioro de la situación económica y la incertidumbre sobre la temporada 2021 exigen que se agilice la tramitación y pago de estas ayudas directas, única fórmula de mantener vivas muchas de las empresas que todavía resisten.