Existen a día de hoy numerosos interrogantes sobre cómo evolucionará la próxima temporada turística, ya que la lucha contra la pandemia no ha finalizado y la vacunación presenta todavía unos resultados descorazonadores. De lo que no hay duda, no obstante, es que Ibiza y Formentera, al igual que el resto de islas, necesitan un plan para reactivar la actividad turística y, a ser posible, alargar la temporada, un objetivo que no es nuevo ni inherente a la situación de pandemia, pero que, en estos momentos, cobra más sentido que nunca. Desde este punto de vista, acierta el Govern al promover un plan basado en cuatro puntos: incrementar la conectividad aérea, promocionar eventos calificados de «estratégicos», dando por hecho que se podrán celebrar concentraciones multitudinarias, dinamizar el mercado interior fomentando los viajes de residentes a otras islas y acciones de promoción.

11 millones de euros es insuficiente.

La dotación de 11 millones de euros para abordar los cuatro puntos del plan es claramente insuficiente. Si es verdad que los fondos de la ecotasa están a disposición del Govern porque no han sido destinados a otros fines, el Ejecutivo autonómico dispone de colchón financiero más que suficiente para reforzar el plan aportando recursos de los proyectos comprometidos pero que todavía no han sido adjudicados y que, por lo tanto, no tienen una necesidad de fondos inmediata. Disponer de más recursos para promoción, en cualquiera de las cuatro líneas diseñadas, es más necesario en estos momentos que muchos de los proyectos anunciados y no iniciados, por lo que no es aventurado pronosticar un acuerdo con las administraciones implicadas, en el caso de que la ejecución de los proyectos aplazados no dependa exclusivamente del Govern. Esta medida ya fue aplicada tímidamente.

Federalismo interior.

Además, los fondos de promoción turística deberían ser transferidos a los consells insulares, administraciones que gestionan, en teoría en exclusiva, la competencia en promoción. Salvo en el caso del programa de dinamización del turismo interior, que es lógico esté en manos del Govern, el resto ha de ser decidido por cada una de las islas.