El secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, defendió ayer los indultos a los líderes del procés sin que haya arrepentimiento. Según el número 2 del PSOE, «si lo vuelven a hacer, el Estado de Derecho ha demostrado fortaleza para no permitirlo una vez y por supuesto para no permitirlo la segunda», en respuesta a Oriol Junqueras. El presidente de ERC declaró que el indulto es «un triunfo que demuestra algunas de las debilidades de los aparatos del Estado». Junqueras añadió que «el Estado intenta protegerse ante ello revirtiendo algunas de las medidas abusivas que ha tomado». Un cruce de declaraciones que se produce antes del acto que acoge hoy el Liceu de Barcelona, donde Pedro Sánchez defenderá la salida de la cárcel de los políticos catalanes encarcelados en la conferencia titulada Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España.

Una decisión política arriesgada.
Estos indultos suscitan una gran controversia y provocan el rechazo frontal del Partido Popular, cuya estrategia se ha visto sorprendida por el apoyo que dan a estas medidas de gracia el presidente de la CEOE así como el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Juan José Omella, y los obispos catalanes. Nos hallamos ante una decisión arriesgada, de naturaleza política, que cuenta con informes contrarios de la Fiscalía y el Tribunal Supremo.

Baleares debe exigir más recursos.
El PSOE invoca la concordia y el interés general. Es preciso hallar puntos de entendimiento para el ansiado encaje de Cataluña en España. Desconocemos si se lograrán estos objetivos que, en cualquier caso, pasan por la reclamación de un escenario fiscal para los catalanes similar al que disfrutan hoy el País Vasco y Navarra. Y aquí es donde Baleares ha de permanecer muy atenta para exigir, y obtener, más recursos del Estado para acabar con la actual financiación autonómica que nos perjudica y no compensa los sobrecostes de la insularidad.