Las fiestas privadas en villas y casas de campo han existido siempre en Ibiza, pero en tiempos de coronavirus se ha incrementado su frecuencia hasta el punto de que se han profesionalizado y, por ejemplo, evitan promocionarse en redes sociales para así ser captados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Sin ir más lejos, este pasado fin de semana más de 200 personas asistieron a una fiesta ilegal en una casa de campo en Santa Gertrudis. Los vecinos alertaron del evento, que congregó a un gran número de personas en un aparcamiento cercano al núcleo urbano de Santa Gertrudis. Cuando los agentes consiguieron localizar la fiesta, los organizadores cambiaron el punto de encuentro de los invitados, que se trasladó a Ca Na Palava. También este pasado fin de semana, la Policía Local de Sant Josep alertó a través de sus redes sociales de que estos eventos ilegales no paran de crecer y que, entre otros casos, han tenido que atender a jóvenes turistas drogados asistentes a estas fiestas ilegales.

La advertencia.
La asociación Ocio de Ibiza lleva tiempo alertando de la proliferación de fiestas ilegales en villas y casas de campo (muchas de ellas previo pago de entrada) con los peligros que conlleva, entre otras cosas, porque no se controlan los aforos y no hay seguridad, dos riesgos importantes en tiempos de coronavirus. La patronal insistió ayer en la necesidad de que se regule que la policía pueda entrar en este tipo de fiestas en casas privadas ya que, además del riesgo de brotes, suponen una competencia desleal para quienes sí pagan impuestos y lo tienen todo en orden.

Soluciones.
Los ayuntamientos han visto aumentar estas fiestas ilegales desde que cayó el estado de alarma el pasado 9 de mayo. Por ello, los ayuntamientos piden al Govern, al Consell y al Gobierno central más herramientas para poder combatir con efectividad este problema. Las instituciones deben coordinarse para frenar lo que, sin duda, ya parece una lacra más en Ibiza.