El Govern aprobó ayer nuevas restricciones para intentar contener el avance del coronavirus en las Islas, que se sigue expandiendo e incrementando la presión hospitalaria pese a que la mayoría de casos sean asintomáticos o leves. Entre las medidas más destacadas se encuentra la limitación de las reuniones sociales entre la una y las seis de la mañana en islas con incidencias acumuladas a 14 días mayor de 450 casos por cada 100.000 habitantes y una ocupación de camas UCI superior al 10% y del 5% en camas en planta.

Con estas condiciones, todas las islas excepto Formentera verán restringidos los encuentros sociales entre la una y las seis de la mañana. En el caso de la pitiusa sur, se retrasa esta restricción a las dos de la mañana. La consellera balear de Función Pública, Mercedes Garrido, explicó ayer que el objetivo es luchar contra los botellones y las fiestas ilegales en casas y villas de campo, dos de los problemas que han expandido el coronavirus en el último mes. Esta limitación horaria en las reuniones sociales se trata, de facto, de un toque de queda encubierto más light ya que no limita la movilidad personal sino que pretende acabar con los encuentros entre diferentes núcleos de convivencia. Es decir, a las dos de la mañana puedes dar un paseo solo o con tu pareja o hijos (con tu núcleo de convivencia), pero no estar en el postre de una cena con tus amigos en tu casa. Queda por ver, una vez más, si la ciudadanía respetará la normativa o si, por contra, los botellones y encuentros sociales se trasladarán al interior de pisos y casas. Se trata de un paso necesario pero que, sin duda, supone una vuelta atrás.

Más velocidad.
A la vista de la evolución de los contagios en las Pitiusas, la expansión del virus está cogiendo velocidad, pues ya hay 1.298 personas con el virus activo, lo que supone un 121% que hace sólo siete días. Además, la UCI está en riesgo medio con seis pacientes ingresados. El Área de Salud pitiusa ha activado ya el plan de contingencia en previsión de que los contagios sigan aumentando y la unidad F de Medicina Interna ya es exclusivamente para pacientes con coronavirus. Además, se han reforzado los equipos de Atención Primaria con más personal y horario de las UVAC. Por su parte, el Colegio de Médicos de Baleares pide a la población responsabilidad y que se extremen las precauciones. Y es que, tal y como recuerda el doctor Arranz, estar vacunado no exime del contagio de coronavirus y posterior propagación.

Los perjudicados.
Una vez más, los sectores más perjudicados con estas nuevas medidas son la hostelería y el ocio nocturno. En el primer caso, el horario de cierre se adelanta una hora y las mesas en exterior se reducen a ocho comensales y cuatro en el interior. En el caso del ocio nocturno, queda prácticamente descartado que las discotecas puedan abrir este verano ya que mínimo las limitaciones estarán vigentes dos semanas, lo que hace que nos vayamos a la mitad de agosto para que los establecimientos puedan abrir. Entienden que hay que preservar la salud, pero vuelven a recordar que el ocio nocturno no ha sido el culpable de esta cuarta o quinta ola de contagios sino las fiestas ilegales y los botellones sin control a los que ahora, a mediados de julio, se les está intentando poner freno.
Es evidente que había que tomar medidas para intentar frenar la expansión descontrolada de contagios, pero quizá habría que haber actuado antes contra botellones y fiestas ilegales para evitar, precisamente, que se convirtieran en el foco del problema.