Tras cerrar julio como el mes en el que Baleares ha registrado el mayor número de contagios, con 19.434 nuevos positivos de coronavirus, el Govern exije desde ayer un test negativo o bien acreditar la pauta completa de vacunación para acceder a los centros geriátricos y campamentos de verano. Además, se pone el foco sobre los trabajadores de las residencias de personas mayores que se niegan a vacunarse y, al no haber sido inmunizados, entrañan un grave riesgo de contagio. Al igual que los monitores de los campamentos, quienes trabajen en geriátricos y no hayan recibido la vacuna tendrán que someterse a tres test anti COVID cada semana, de los que al menos dos tendrán que ser PCR. Con esta medida el Govern quiere frenar los positivos en estos centros cuando Baleares registra 13.604 (3.010 en Ibiza y 114 en Formentera) casos activos de coronavirus, 342 pacientes hospitalizados en planta (85 en Ibiza) y 66 en las unidades de cuidados intensivos (nueve en Ibiza), y la incidencia acumulada supera la media de España.

Exigencia para grandes eventos.
A la espera de la decisión que mañana dará a conocer el Reino Unido sobre las nuevas medidas sanitarias para los turistas procedentes de España y Francia, con riesgo más que evidente de pasar a ámbar plus en el semáforo, lo que implicaría confinamiento obligatorio, el Govern exigirá vacuna o test para acudir a grandes eventos, normativa que aplicará a partir del 14 de agosto y al mismo tiempo mantiene la prohibición de reunirse entre la 1 y las 6 horas, y siguen en vigor las restricciones de aforo para celebraciones y para el sector de la restauración. Formentera ha perdido privilegios y mantiene las mismas restricciones que el resto. No en vano, también tiene un elevada incidencia y comparte área de Salud con Ibiza.

Conjugar salud y economía.
El objetivo es en salvar la temporada, aunque sea con restricciones, limitaciones y exigencias, al mismo tiempo que se empuja a las personas que voluntariamente han decidido vacunarse a que no lo hagan, ya que se ha demostrado que es la única fórmula válida para combatir la pandemia. Conjugar salud y economía constituye una ecuación que implica adoptar medidas de prevención para que Baleares sea un destino seguro. Un difícil equilibrio que implica e interpela a todos.