La entrevista que publicamos este domingo con Toni Tur Boned Secorrat, un licenciado en Derecho que colgó la toga para dedicarse a la agricultura ecológica, es un testimonio de enorme valor en tanto que dibuja el retrato de la situación de la agricultura en la isla de Ibiza y de lo mucho que queda por hacer para evitar que se cumpla uno de sus vaticinios que debería hacer reflexionar a la sociedad en su conjunto: «Este modelo globalizado intensivo nos está impidiendo vivir de la agricultura y acabarán pagándonos por cuidar el paisaje», dice después de reproducir una conversación con un pescador de Sant Antoni que aventuró que «nos están obligando a desaparecer y nos van a acabar pagando por recoger plásticos del agua».

Rentabilidad económica, social y ambiental.

Sería un drama para la sociedad que el avance tecnológico de las explotaciones intensivas acabara matando el campo de Ibiza. Obviamente, el camino no es cercenar el desarrollo de las explotaciones de otros lugares, sino propiciar desde la administración y desde la sociedad civil, empresarios y particulares, la rentabilidad de las explotaciones agrarias, preferentemente las de cultivos ecológicos, para frenar el abandono del campo y acabar recuperando tierras de cultivo actualmente en desuso. Esta es la mejor solución para mantener el paisaje de la isla, uno de los activos de la industria turística, y patrimonio cultural. Para ello, las explotaciones deben ser rentables económicamente y generar, pues, rentas suficientes para ser atractivas frente a otras actividades menos estratégicas para el futuro de la isla. Los beneficios de los payeses exceden su interés particular, ya que también los generan social y ambientalmente.

Algunas propuestas.

Proyectos masivos en zonas agrícolas estratégicas, una cooperativa potente, proyectos que permitan reutilizar para riego agua depurada, siembra masiva de árboles o crear en cada pueblo mercados como el de la Cooperativa de Sant Antoni son algunas de las propuestas del joven agricultor quien no entiende que el dinero de la ecotasa se destine a paseos marítimos cuando hay tanto trabajo por hacer. Todas merecen ser tenidas en cuenta.