Vencido el ecuador de la legislatura 2019-2023, empieza el nuevo curso político en Baleares que aporta como novedad la celebración del debate anual de política general de la Comunidad Autónoma el 14 de septiembre, en el primer pleno del Parlament de este período de sesiones. El curso arranca con la controversia en torno al cambio de modelo turístico por el impacto de la pandemia. Baleares ha confirmado su fortaleza y atractivo como destino vacacional, con un incremento relevante del turismo nacional. Sobre la mesa, de nuevo, la masificación de espacios naturales, las carreteras y las insuficientes infraestructuras. Hemos sido una región castigada por la COVID: las Islas fueron, en 2020, la comunidad donde más cayó el PIB y donde se destruyeron más puestos de trabajo. El mercado laboral se ha reactivado, pero las cifras de empleo están lejos de las registradas en 2019.

Baleares necesita estímulos y recursos.
Baleares, que ha demostrado su iniciativa empresarial, necesita estímulos y recursos para reactivar su economía. El fondo estatal de 855 millones aprobado en marzo por el Gobierno central no ha respondido a las expectativas porque las ayudas llegan tarde, más de 4.000 pymes han cerrado; y de las 33.000 empresas que, según el Govern, iban a pedir esta aportación, sólo 11.939 han presentado peticiones. La misma incertidumbre se cierne sobre los fondos europeos del Plan Next Generation UE al desconocer aun el contenido del Balears Next.

Somos una comunidad leal y solidaria.
El debate de política general de la Comunidad Autónoma, con el que empieza este curso político, es una magnífica oportunidad para que, desde el Parlament, se levante una voz unánime que denuncie la infrafinanciación del Govern. Es el momento de responder y recordar al Gobierno central que está obligado a pagar los costes de insularidad y que Baleares no es una autonomía desleal al haber demostrado con creces su noble solidaridad con el resto del Estado.