Lo que era un secreto a voces que nadie se había atrevido a decir públicamente por decencia es desde este viernes oficial gracias a unas desafortunadas declaraciones del alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz. Durante la visita de este viernes a las viviendas que el Ayuntamiento ha rehabilitado en el barrio de sa Penya con fondos del Consorcio Patrimonio de la Humanidad, el primer edil confesó que la decisión de ofrecer las 12 unidades a agentes de la Policía Nacional prácticamente gratis tiene el objetivo de incrementar la seguridad ciudadana en el barrio. Así pues, Ruiz quiere que los policías no solo sean un elemento disuasorio, sino que patrullen y actúen como tales en su tiempo libre, ya que un agente de la autoridad está obligado a intervenir cuando ve un delito, aunque esté fuera de servicio, según artículo 5.4 de la Ley Orgánica 2/86.

Un «parche» insuficiente.
Es una incógnita la respuesta de los agentes ante la oferta de tener alojamiento a precio simbólico en viviendas ubicadas en el tradicional supermercado de la droga de la ciudad. Al igual que el resultado de un experimento del que no querría formar parte el alcalde, quien se negó este viernes a decir que estaba dispuesto a vivir allí. Jupol, el sindicato mayoritario, calificó de «parche» la propuesta, ya que el número de viviendas necesarias es muy superior a las 12 ofertadas, por lo que reclamó una residencia. También reiteraron la necesidad de incrementar el plus de insularidad que cobran los agentes, ya que con el actual y el coste de la vida de la isla es muy difícil que un agente decida quedarse aquí cuando finaliza su destino obligatorio, salvo que tenga arraigo, lo que impide que las plantilles se consoliden y haya mayor estabilidad en el servicio.

Una buena medida.
La rehabilitación de viviendas en el barrio de sa Penya es una medida acertada que se espera contribuya a la reconversión del barrio. El proyecto ha generado, no obstante, controversia desde el principio. Los médicos del Ib Salut rechazaron la idea de ser los inquilinos de dichas viviendas por los problemas de convivencia que caracterizan al barrio.