Los planes de inversión de la Conselleria de Movilidad y Vivienda para el 2022, que su titular, Josep Marí, explicó ayer en el Parlament para dar cuenta de los presupuestos de su departamento aportan uno decisivo cambio cuantitativo de cara al parque de vivienda pública. En el próximo ejercicio, el Govern tendrá en construcción hasta 800 viviendas, cifra que lo convertirá en el principal promotor inmobiliario de las Islas para acometer uno de los problemas más acuciantes de la sociedad de los últimos años. El mercado de la vivienda, en propiedad y alquiler, ha elevado los precios hasta niveles inasumibles incluso para las clases medias; situación que ha obligado a la reacción de la Administración.

Asumir la responsabilidad.
A tenor de los planes gubernamentales, todo indica que Marí ha decidido activar la fórmula más adecuada para reconducir una situación que angustia a miles de ciudadanos, que no es otra que ofrecer vivienda pública en condiciones asequibles. Esta nueva estrategia debe generar una nueva dinámica en el mercado inmobiliario balear, posibilitando que cese la actual espiral especulativa al tener un segmento de la demanda local prácticamente cautivo. La nueva oferta desde la Conselleria de Movilidad y Vivienda abre expectativas para enfriar los precios de compraventa de inmuebles, muy condicionada por los avatares del turismo y la coyuntura internacional.

La fórmula más adecuada.
Ampliar al parque de vivienda pública con un modelo de acceso transparente es el modo más adecuado de respuesta desde la Administración al clamor ciudadano, incluso más eficaz que los intentos de intervención sobre la propiedad privada. Queda mucho por hacer todavía, como es el de la coordinación institucional de todos los recursos disponibles, pero es seguro que desde la iniciativa privada se ha tomado buena nota de la nueva política que pone en marcha el Govern.