La contratación del socialista Vicente Torres ‘Benet’ ya fue un escándalo a principios de este año. Este funcionario del Consell y portavoz del PSOE en Santa Eulària no cuenta con un curriculum que le avale como experto en la tramitación de ayudas y subvenciones a cuenta de la UE. Que Vila tenga que recurrir a consultoras privadas para hacer ese mismo trabajo viene a dar la razón a quienes ya advirtieron de que ‘Benet’ no era el fichaje adecuado. Como tampoco está demostrando serlo la concejala responsable del área, Elena López.

Despilfarro y amiguismo

La contratación de ‘Benet’, con un sueldo de 44.279 euros brutos al año, es la demostración de cómo el alcalde, Rafa Ruiz, despilfarra el dinero de los ciudadanos. Pero también de cómo afronta la gestión de la ciudad. Un ayuntamiento como el de Ibiza no puede depender del amiguismo o del nepotismo. Y tampoco se puede convertir en una agencia de colocación para altos cargos que no han conseguido ganar unas elecciones. Las víctimas de la ineficacia y de los que utilizan el Consistorio como si de un cortijo privado se tratara son los ciudadanos.

El silencio de Morrás

El dinero de los Next Generation, por otro lado, no se entrega a fondo perdido. La UE quiere que salgamos de la crisis pero no está dispuesta a dar apoyo a cambio de nada. La ineficacia en este caso puede tener un precio muy elevado para los ibicencos pues las ayudas recibidas deberá ser devueltas a Bruselas si los proyectos no se ejecutan en los plazos y condiciones previstos. ¿Realmente están Ruiz, López y ‘Benet’ preparados para gestionar algo así? Y no podemos evitar un último apunte. Unidas Podemos llegó al poder con el objetivo de acabar con la vieja política. ¿Alguien sabe qué opina Aitor Morrás de este escándalo? Pedir explicaciones por el uso del dinero público es un ejercicio normal en una democracia, aunque los altos cargos del Ayuntamiento de Vila no acaban de comprenderlo e insistan en su campaña contra este medio por informar con total libertad e independencia.