Este periódico informó ayer sobre la contratación de Azahara Peña, líder de las Juventudes Socialistas de Vila, en el Ayuntamiento de Eivissa. Dicha contratación fue realizada a través de una empresa que elabora el Plan de Infancia y Adolescencia. Sin cuestionar la legalidad de la incorporación de Peña como educadora social, sí es discutible que no haya existido    trato de favor por muchas cuestiones. En primer lugar, sorprende que una persona que acaba de graduarse obtenga un puesto de trabajo con tanta rapidez. En un país con una de las tasas de paro juvenil más altas de Europa, es llamativo que Peña, que en sus perfiles sociales decía que trabajaba para el PSOE, obtuviese una plaza laboral pocas semanas después de graduarse. Ella misma publicó las fotos en septiembre de 2015 donde se la ve recogiendo el diploma como graduada social delante del que ella llama el «gran Rafa Ruiz».

Máxima transparencia

A tenor de la justificación que ha dado Peña en las redes sociales, que coincide plenamente con la información de este medio, lo que se pretende desde este periódico es «amedentrar» a personas como ella que expresan sus ideas. No, de lo que se trata es de saber si una institución pública utiliza dinero de los ciudadanos para beneficiar a militantes del partido que gobierna, como ya ocurrió con Vicente Torres Benet. No se trata de ideas o de democracia. Por otro lado, utilizar una empresa como pantalla para justificar una contratación es una fórmula que se ha empleado de forma habitual para camuflar este tipo de contrataciones.

Una escasa experiencia

La líder de los jóvenes socialistas resalta su gran experiencia para ocupar una plaza laboral en el Ayuntamiento de Vila. Llama la atención que alguien que se acaba de graduar pueda hablar de experiencia y resulta hasta ridículo incluir en su currículum que ha sido monitora en campamentos. Peña debería saber que hay jóvenes como ella que lo tienen mucho más difícil para conseguir un empleo. No basta un grado para empezar a trabajar, pero se ve que con el carnet del partido todo es mucho más sencillo. Eso no es precisamente igualdad de oportunidades.