Medio centenar de residentes en Mallorca han sido víctimas, en los últimos meses, de estafas con criptomonedas. Se trata, realmente, de un asunto preocupante, ya que existe un vacío legal inquietante con la moneda digital. La mayoría de ciberdelincuentes se mueven en las redes sociales bajo anuncios de apariencia inofensiva, que prometen elevados intereses con un par de clics en el ordenador. Pero, como se ha visto, la realidad es muy distinta y si bien es cierto que hay particulares que se han lucrado con los bitcoins, también lo es que las estafas y fraudes están a la orden del día.

Los equipos policiales, desbordados.
Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil tienen a equipos especializados en Delitos Tecnológicos y de un tiempo a esta parte los investigadores se ven desbordados por la cantidad de denuncias que se presentan cada semana en la Jefatura o la Comandancia. Los agentes han tenido que realizar complejos cursos para conocer la forma de actuar de estas mafias de internet que engañan a los pequeños y medianos inversores y, después, desaparecen como por arte de magia. Seguir su rastro, siempre en países del extranjero, resulta muy complejo y en muy pocas ocasiones el dinero es recuperado por la víctima.

El sentido común, el mejor antídoto.
Así las cosas, los expertos policiales en la materia insisten en que el mejor antídoto para evitar ser víctimas de las mafias de las monedas virtuales es el sentido común. Entrar en una plataforma ‘online’ poco conocida solo por el hecho de que se ha publicitado en Facebook o Instagram puede ser una temeridad, sobre todo a la hora de compartir datos personales y hacer transferencias de dinero. Los investigadores policiales, además, alertan de que en ocasiones estas redes llegan a entregar cuantiosos beneficios por una pequeña inversión, pero es solo el anzuelo para poder conseguir otras transferencias más elevadas.