Los conflictos laborales en los controles de pasaportes en Gran Bretaña y los paros en las principales compañías aéreas que operan en las Islas –Air Nostrum, Vueling, Ryanair, EasyJet y Jet2– amenazan con provocar el caos en unas fechas clave para las conexiones con la Península, vuelos interislas y reservas turísticas. La patronal de las agencias de viajes, Aviba, no oculta su preocupación por el impacto de estas huelgas que, con seguridad, provocarán importantes molestias entre los pasajeros que tenían previsto desplazarse en estas fechas de Navidad. De nuevo queda en evidencia la necesidad de mecanismos que garanticen la movilidad para los residentes en las Islas.

Derechos enfrentados.

En circunstancias como las actuales y con el calendario de movilizaciones previsto resulta imprescindible recordar compromisos de los políticos para evitar situaciones como la actual, cuando los conflictos laborales de empresas privadas acaban repercutiendo en los usuarios de un servicio público. En circunstancias similares a la actual, los responsables institucionales se han comprometido en el pasado a regular el derecho de huelga. Nada ha sucedido al respecto y todo queda a merced de unos servicios mínimos cuyo cumplimiento no siempre se ejecuta. La indefensión del ciudadano es máxima. Resolver el conflicto de derechos enfrentados que se suscita no es sencillo, pero también es urgente abordarlo.

Golpe social y económico.

No cabe duda de que los conflictos, paro y huelgas que afectarán a las principales compañías del país tendrán claras consecuencias sociales, al suspenderse y reducirse la oferta de vuelos, pero también en el terreno económico con la cancelación de reservas, tanto de viajes al exterior como en los hoteles de Balears para estas vacaciones de Navidad. Podría decirse que el mal ya está hecho, el deseo sería que se logre minimizar sus efectos.