Balears ha cerrado el año con más de 7.000 personas inscritas en el registro de demandantes de vivienda del Govern. El último dato de que se dispone señala que en el registro hay 7.317 solicitudes, lo que supone un descenso de 856 peticiones con respecto a las cifras anteriores. Los datos son muy elevados ya que, cuando comenzó la legislatura, el registro superaba por poco las 4.000 personas, lo que implica que las peticiones casi se han duplicado en estos tiempos. Uno de los grandes problemas que tiene el Ibavi son los pisos de alquiler social y por ello se ha comenzado una campaña contra inquilinos que no pagan pese a poder hacerlo.

Depuración de datos

El Govern está depurando el listado de solicitudes ya que se teme que de las 7.000 personas puede haber muchas de la misma familia.    Aún así, es una evidencia que la demanda de pisos supera en mucho a la oferta y que, aunque haya un importante número de inmuebles que o bien se construyen o se construirán, la situación difícilmente se revertirá en los próximos años.

Cambio de estrategia

La política de vivienda pública en Balears va de fracaso en fracaso. Hay tal demanda que el Govern, que tiene las competencias en la materia, no tiene capacidad para atender las actuales necesidades. Quizás es el momento para modificar la política de vivienda, dejar de construir bloques nuevos y buscar soluciones más ingeniosas que permitan la venta de inmuebles de propietarios privados y, por otro lado, cubrir las necesidades de aquellas familias que no tienen capacidad económica para acceder a un inmueble.    Lo que está claro que las administraciones llevan años y años siguiendo la misma estrategia, con mayor o menor acierto, y que el problema no solo no se resuelve sino que se agrava. Por eso urgen nuevas políticas, más ingeniosas, y que además puedan suponer que no haya que buscar solares continuamente y construir durante años VPO que no resuelven el problema en Balears.