Las fuerzas políticas con representación en el Parlament abordarán la próxima semana un amplio debate sobre las propuestas para resolver el problema de la vivienda en Balears, un bien de primera necesidad que se está convirtiendo en un auténtico lujo inaccesible para la inmensa mayoría de los residentes; tanto en los mercados de compraventa como en régimen de alquiler. Las encuestas reflejan que para los ciudadanos ésta es una de las máximas preocupaciones, una situación que se llevan arrastrando desde hace años por muy diferentes causas. En demasiadas ocasiones la cuestión se ha querido resolver atribuyendo responsabilidades sin querer afrontar en profundidad el conflicto real.

Un conflicto multifactorial.
El encarecimiento de la vivienda es un fenómeno en Balears que se arrastra desde hace años, agravado por la progresiva escasez en la oferta a medida que crecía la población y aumentaba la demanda; una combinación agravada por la inversión extranjera de altísimo nivel y la explosión del alquiler vacacional. La escalada de precios podría decirse que ha seguido una progresión geométrica, hasta rebasar unos límites ya insostenibles en Mallorca y de manera muy especial en las Pitiusas. La preocupación social corre en paralelo sin que, hasta el momento, se hayan adoptados por parte de las instituciones que corrijan esta tendencia.

Un nuevo modelo urbanístico.
Cabe esperar que el debate parlamentario no se reduzca a propuestas coyunturales o efectistas ante las inminentes elecciones de mayo, las soluciones efectivas, como adelantan algunos expertos, pasan por el compromiso de un cambio radical en el modelo urbanístico vigente en las Islas, las cuales permitan un mejor aprovechamiento del suelo urbanizable, la liberación de las parcelas públicas, el abaratamiento de las licencias y un marco que otorgue mayor seguridad jurídica a propietarios e inversores.