Unas 400 personas se concentraban el viernes delante de las puertas de Can Misses para pedir una sanidad pública digna. Pacientes, profesionales de la sanidad, ciudadanos en general y algunos dirigentes políticos salieron a la calle para llamar la atención a los actuales responsables políticos sobre los problemas que tiene la sanidad pitiusa, especialmente por la falta de especialistas.

La sociedad, protagonista.

La convocatoria de este viernes tiene el gran mérito de que ha nacido de los propios pacientes, que han sido capaces de concienciar a toda la sociedad ibicenca que había que llamar la atención de alguna manera ante las promesas incumplidas de mejorar la sanidad en Ibiza y Formentera. Todas los anuncios realizados por la consellera de Salut, Patricia Gómez, no se han cumplido, y lo peor es el optimismo irresponsable de la persona que debería, más allá de realizar anuncios, marcar la hoja de ruta de la sanidad en las Islas. Todo el mundo comprende las dificultades que hay para que estar en Ibiza y Formentera sea atractivo para los profesionales sanitarios, pero no se puede lanzar un mensaje tan optimista, y a la vez irreal, mientras los pacientes sufren la falta de especialistas.

Reacción.

La consellera de Salut tiene poco tiempo de aquí las elecciones para mejorar la situación de la sanidad, pero lo ocurrido este viernes es una llamada de atención a cualquier partido que gobierne después de mayo. La sociedad ibicenca ha dicho basta. Quiere los especialistas necesarios para atender a los enfermos residentes en Ibiza, rechaza tener que viajar a Mallorca para realizar ciertos tratamientos, y exige que se busquen soluciones para que se cubran las plantillas. Ya se ha hartado de tantos anuncios y promesas porque tiene motivos para desconfiar de los actuales responsables políticos. La sociedad ibicenca ha hablado muy claro: con la sanidad no se juega.