Los ayuntamientos de Vila y Santa Eulària han decidido colaborar con el Govern mediante la cesión de terreno público. Gracias a ello, el Govern dispone de suelo público para construir 600 viviendas a precio limitado, tal y como prevé el decreto de medidas extraordinarias aprobado hace unos meses por el gabinete de Marga Prohens. De esta manera, las empresas constructoras tienen a su disposición suelo cedido por los ayuntamientos con el objetivo de que el coste de la obra sea mucho más beneficioso para todos aquellos que buscan vivienda a precios razonables.

Cuatro solares.   

El alcalde de Vila, Rafa Triguero, ya anunció hace unos meses que pondrá a disposición del Govern cuatro solares para construir cerca de 400 viviendas en la capital ibicenca. Por su parte, Santa Eulària aportará 200 casas. De los 1.000 inmuebles proyectados en Vila dentro del plan ‘Eivissa, una ciutat per viure-hi’, Rafa Triguero asegura que 381 podrán convertirse muy pronto en realidad. Los proyectos más destacados son la construcción de 167 viviendas en la zona de Sa Bodega y otros 144 en Platja d’en Bossa, dos obras relevantes que tendrán un importante efecto social.

Colaboración.

Los acuerdos entre los ayuntamientos y el Govern para poner en marcha viviendas a precio tasado es fundamental para intentar solventar la actual crisis que se vive por los altos precios de los inmuebles que están a la venta y en alquiler. Y solo con solares cedidos es posible vender o alquilar viviendas a unos precios de mercado. Es importante destacar que todos los ayuntamientos disponen de suelo propio que en muchos casos no se aprovecha y que durante años están inutilizados. Ante una crisis habitacional como la que existe en las Pitiusas, y en Baleares en general, todos los ayuntamientos deberían seguir el ejemplo de Vila y Santa Eulària para que en un plazo de dos o tres años las familias que esperan una vivienda dispongan de una oferta razonable en el mercado y no precios disparatados, tal y como ha ocurrido hasta ahora. Lo llamativo es que esta colaboración no se produjese hace ya algunos años, lo que hubiese permitido que en la actualidad ya hubiera viviendas a precios razonables en el mercado. Lamentablemente, se ha perdido un tiempo muy valioso.