EditorialIbiza11/11/24 0:30
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Unas 130.000 personas se manifestaron este sábado en Valencia para pedir la dimisión de Mazón por su gestión de la tragedia de la DANA. El presidente valenciano, que estuvo horas en una comida mientras la situación en su territorio era de máxima emergencia, ha quedado totalmente inhabilitado para seguir al frente del Gobierno valenciano, al igual que su incompetente consellera d’Interior, que ni siquiera sabía de la existencia del sistema de alarma masivo.

Indignación

La protesta vivida en Valencia es una muestra de la indignación que existe ante la inacción e incompetencia de algunos dirigentes políticos, que si hubiesen actuado de manera más diligente hubieran podido evitar muchas muertes, pero no fue así. En todo caso, la manifestación se convirtió en un acto totalmente politizado y unidireccional. Quizás los manifestantes podrían preguntarse qué se hizo desde la Confederación del Júcar-Segura para evitar la tragedia que vivieron los municipios del sur de Valencia. También hay que buscar responsabilidades políticas en el Gobierno central y no se puede, por motivos partidistas, solo poner el foco en una administración.

Feijóo

Ante la tragedia vivida en Valencia y la incompetencia demostrada por la Generalitat el PP nacional no puede quedarse con los brazos cruzados. Resulta insólito que Núñez Feijóo haya declarado ante la situación vivida en la Comunidad Valenciana que se ha demostrado que el Estado de las autonomías ha funcionado. ¿Hacían falta 200 muertos más para hacer un poco autocrítica sobre la nefasta gestión de la Generalitat y la deficiente coordinación con las administraciones del Gobierno central? ¿No piensa el PP pedir responsabilidades a Mazón ante el clamor sobre su mala gestión? Si los populares quieren presentarse ante los ciudadanos como unos gestores ejemplares y como alternativa a Sánchez no pueden permitirse el lujo pasar de puntillas sobre esta crisis sin tomar medidas contra uno de los principales responsables de la tragedia. Sería un error no analizar esta crisis con objetividad y rigor. No es necesario que salgan a las calles 130.000 personas para saber que hay que tomar medidas internas contra los grandes responsables de la tragedia valenciana.