EditorialIbiza14/11/24 0:30
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El retroceso en el conocimiento de Matemáticas y el hundimiento en la competencia y comprensión lingüística en Catalán de los alumnos del conjunto de Baleares constituyen las principales y preocupantes conclusiones del informe redactado por el Institut d’Avaluació i Qualitat del Sistema Educatiu que ayer dio a conocer el conseller Antoni Vera. En Primaria se registra un batacazo cuando no aprueba la mitad de los alumnos. El catalán sufre un desplome de diez puntos, bajando del 59 al 49 de aprobados; y los estudiantes sólo superan los exámenes en Lengua Castellana, pero únicamente un 53 por cien, cuatro puntos menos que en los últimos análisis, realizados durante el 2012-2013. La situación empeora en el resto de asignaturas al suspender en Catalán e Inglés, con un escaso 49 por cien que aprueba, y Matemáticas, con un porcentaje que se reduce al 47 por cien. El conseller Vera admitió que «no son los resultados que hubiéramos querido, son muy justos, pero tenemos un diagnóstico claro para actuar y tomar medidas de forma consensuada entre toda la comunidad educativa». En el caso de Ibiza y Formentera, los datos son aún más bajos que en el resto de Islas, lo que los docentes atribuyen a la gran falta de motivación y disciplina.

Concretar los motivos y las causas.

Para actuar con eficacia y determinación es preciso concretar los motivos que provocan este problema. Entre otras causas, se apuntan los impactos de la pandemia mundial de coronavirus, la incesante incorporación de alumnos recién llegados a las Islas por el crecimiento poblacional, el efecto de las pantallas digitales, el aumento de la desigualdad y el modelo económico balear, más enfocado al turismo.

Un problema estructural de las Islas.

En conjunto, nos hallamos ante un problema estructural, que demanda actuaciones de gran calado, que ha de liderar el Govern con la participación de los diferentes actores de la comunidad docente balear. Pero en estas acciones se deben implicar todos los sectores de la sociedad y la economía. El descenso en conocimientos y competencias perjudica al conjunto de las Baleares, con una generación cada vez menos preparada.