El choque de Trump con China hunde la economía

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Que los dos gigantes comerciales (y militares) del mundo estén en plena guerra de aranceles, con ataques y contraataques desde que el presidente Donald Trump inició las hostilidades, es algo que era inimaginable hace tan solo unas semanas. Y las consecuencias económicas pueden ser devastadoras, no solo para los dos países en contienda, sino para el resto del planeta. El hundimiento de las Bolsas estadounidense, asiática y europea ya ha evidenciado la fragilidad del mercado y lo peor, de seguir la Casa Blanca con sus impuestos abusivos, está aún por venir. El único dato positivo para el consumidor es la bajada del precio del petróleo, que repercutirá en un coste menor de la gasolina, pero no debemos llamarnos a engaño: las consecuencias de una guerra comercial a gran escala se traduciría en una sangría económica para la mayoría de familias, con precios generalizados al alza. Ahora, con China respondiendo a las provocaciones de Trump y anunciando también aranceles para Estados Unidos, el país asiático corre el riesgo de no poder dar salida a millones de productos que antes se vendían en Estados Unidos y ahora pueden inundar Europa y otros mercados. Pero los norteamericanos no deben olvidar que su deuda está en manos de China. Todo un equilibrio de poder.

El dólar, en peligro.

Esta inestabilidad internacional, a pesar de los noventa días de tregua anunciados por Trump para todo el mundo menos China, puede traducirse en que el dólar pierda su tradicional posición de liderazgo entre las monedas refugio, lo que supondría un terremoto económico a nivel mundial.

Rivalidad geopolítica.

En cualquier caso, no hay que obviar que el trasfondo real del choque de los dos gigantes es su rivalidad geopolítica. Algunos analistas apuntan a que China, incluso, podría aprovechar la coyuntura para intentar invadir Taiwán, su enemigo tradicional y al que EEUU da apoyo militar y económico.