Se estrecha el cerco contra Sánchez y el PSOE

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Santos Cerdán, el hasta hace apenas dos semanas secretario de organización del PSOE, declaró este lunes ante el magistrado Leopoldo Puente del Supremo por la presunta trama de cobro de mordidas a cambio de obras. En un auto, el magistrado considera que Cerdán «se encargaba de reclamar a las constructoras indebidamente favorecidas por las (obras) adjudicadas las cantidades adeudadas, las recaudaba y las hacia llegar después a los señores (José Luis) Ábalos y (Koldo) García», por lo que habría una «relación vertical» con ambos. En otras palabras, Santos Cerdán ejercía de ‘cabecilla’ en esta presunta trama de cobros de mordidas. En su declaración, el exsecretario de organización afirmó sentirse perseguido políticamente por haber ejercido como mediador con Carles Puigdemont (Junts), con Bildu y PNV. Además, afirmó ser «inocente» e insistió en que «no hay financiación irregular en el PSOE».

Negando la realidad

Prácticamente al mismo tiempo que se conocía el ingreso en prisión de Santos Cerdán, el presidente del Gobierno y líder de los socialistas afirmó que en el PSOE actuaron «con contundencia y ahora es momento de la Justicia». Tras conocerse la decisión del Supremo, María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE que afirmó hace semanas que «pondría la mano en el fuego» por Santos Cerdán con quien mantenía una relación de amistad, trasladó su «respeto absoluto» a la decisión del Supremo y recordó que Santos Cerdán ya no forma parte del PSOE, al tiempo que destacó que siguen manteniendo que no habrá adelanto electoral. Por mucho que intenten los socialistas no vincular a Santos Cerdán ahora con el PSOE, la realidad es que el que fuera número 3 y hombre de máxima confianza de Pedro Sánchez hasta hace apenas tres semanas está investigado por organización criminal, cohecho y tráfico de influencias.

Dignidad política

La investigación de la trama del caso Koldo y las presuntas mordidas a cambio de la adjudicación de grandes contratos de obras públicas está poniendo en una situación cada vez más delicada al Gobierno de coalición y al PSOE. Pedro Sánchez está cada vez más acorralado como presidente del Gobierno y líder de los socialistas y cada información sobre esta trama que sale a la luz pública complica aún más un gobierno de coalición salpicado por los escándalos desde hace tiempo y cuya silla nadie quiere soltar. El único camino digno si realmente no hay nada que ocultar ni temer es someterse a la voluntad de las urnas, algo a lo que parece que tienen miedo.