Don Pepe: hay luz al final del túnel

La crisis de los apartamentos Don Pepe en Sant Josep, que afecta a los residentes de dos bloques de apartamentos (A y B) ubicados en es Codolar se remonta a diciembre de 2021, cuando el bloque A fue desalojado debido a una declaración de ruina basada en un informe técnico que señalaba problemas estructurales. Desde entonces, los vecinos afectados pelean por una solución que les permitan regresar a sus hogares o encontrar una alternativa viable. Ahora, la Comisión de Seguimiento —formada por el Govern de les Illes Balears, el Consell de Ibiza y el Ayuntamiento de Sant Josep, todos del PP—, sugieren que ambos bloques podrían haber tenido licencia, lo que conduce a revisar la declaración de ruina del bloque A. Este proceso busca determinar si los apartamentos pueden rehabilitarse para que los residentes regresen, una opción que las instituciones ahora priorizan. Al fin se pasa de las palabras a los hechos y a día de hoy, el Ayuntamiento de Sant Josep está evaluando la posibilidad de revertir la declaración de ruina y otorgar licencias de rehabilitación, siempre que los informes técnicos confirmen la viabilidad estructural de los edificios. Oír en la radio a propietarios de los Don Pepe mostrarse, ahora sí, levemente optimistas y esperanzados en hallar una solución definitiva a su particular Vía Crucis, consuela. Tras años de palabras huecas por parte de políticos socialistas especialistas en decir una cosa y hacer la contraria, algo se ha avanzado. Me encantará oír a los dirigentes socialistas ibicencos y aún más a su flamante nuevo presidente a nivel autonómico, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’ –esa designación define a la perfección la catatonia que padecen–, criticar la medida. ¿Hablarán ahora de pelotazo urbanístico? Lo dudo, aunque no debieran contenerse, porque es peor. Si por ellos fuera, los Don Pepe ya serían una montaña de escombros.