Opinión

El naufragio de TVE

'La familia de la tele' llega a RTVE con un gran desfile protagonizado por todos sus presentadores y colaboradores | Foto: RTVE

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La programación actual de TVE se ha transformado en una parrilla tan indigna como apestosa. Sus dirigentes han destruido la televisión pública, convirtiéndola en una suerte de telebasura institucional que insulta y ofende al espectador/contribuyente. Desde las primeras horas del día, con La Hora de La 1 y Mañaneros 360, el espectador es bombardeado con una mezcla de superficialidad, propaganda disfrazada de actualidad y un tono impostado que poco aporta al debate público. Su equipo de colaboradores y tertulianos integran el famoso equipo de opinión sincronizada del Gobierno de Pedro Sánchez, con las consecuencias que cabe suponer. Loros desarrollando el argumentario de La Moncloa y defendiendo a ultranza lo que no tiene defensa posible. Pero lo peor es el basural de La Familia de la Tele o la sonrojante Revuelta, con un tarugo tocando el bombo, algo que en mi casa me niego a soportar. Me prohibí ver Sálvame cuando no lo costeaba con mis impuestos, ahora imagínense pagándolo. Representan el punto más bajo de una cadena que antaño aspiraba a la excelencia informativa y cultural. Hoy, sin embargo, parecen más bien intentos desesperados por captar audiencia a cualquier precio, aunque sea renunciando al rigor, la pluralidad y la calidad. RTVE ha asumido, sin disimulo, el papel de aparato de comunicación sanchista. El programa La Noche en 24 horas, cierra el día con un coro de tertulianos repitiendo el mantra gubernamental. Resulta trágico que una televisión pública, financiada por todos, haya derivado en una herramienta propagandística al servicio de un solo interés: el del Gobierno. RTVE apesta, y no es una figura retórica: es un hedor cultural, ético e informativo. Quienes aún sintonizamos TVE lo hacemos movidos por una mezcla de nostalgia, masoquismo e incredulidad. RTVE no sólo ha perdido su rumbo: ha renunciado a su dignidad.