Opinión

Ikram

Ikram, la perrita llegada en patera a Ibiza

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Ikram es una cachorrita de perra de menos de tres meses que ahora mismo está en periodo de cuarentena en las instalaciones del Centro de Protección Animal de Sa Coma. Llegó a Ibiza a bordo de una patera, con un propietario desconocido e ilocalizable y una cartilla de vacunación en la que solo falta la vacuna contra la rabia. Y no por descuido sino porque en Argelia, el país del que procede el animal, esta vacuna no se pone a pesar de que allí la rabia es un grave problema de salud pública.

Me resulta enternecedor que la perrita llegara a la isla con su documentación en regla y tras un viaje que, como mínimo, es tan desagradable como arriesgado. Eso indica que su propietario la quiere y que, al menos hasta el momento de poner el pie en Ibiza, ha cuidado de ella. Me pregunto cómo alguien que se va a lanzar a la aventura de montarse en una patera sin saber si llegará o no a tierra puede, a la vez, no olvidarse de coger la documentación de su perra. Es algo que me resulta sorprendente.

Ante algo así, no queda más que actuar como lo está haciendo el concejal de Bienestar Animal de Vila, Manu Jiménez. El edil más joven de la Corporación tiene claro que, si los análisis salen limpios, salvará a Ikram de las únicas alternativas que le ofrece el departamento de Bienestar Animal del Gobierno central: o el sacrificio o el retorno a Argelia. Resulta que no podemos devolver a los menores extranjeros no acompañados pero sí a una perra de menos de tres meses. Es delirante y, a la vez, una demostración más de la calaña de la banda que nos gobierna desde el Estado. Con estos mimbres, lo de las putas de Ábalos ya me parece hasta normal.