Las declaraciones de Molina contra el SOIB y los funcionarios, obligaron al conseller Iago Negueruela a informar de la gravedad de las sospechas sobre Molina y a que había más expedientes tramitándose en su departamento.

Rafa Ruiz se resistió en todo momento a dejar caer a su primer teniente de alcalde, a quien siempre se ha identificado como el alcalde en la sombra.