La presidenta de los hoteleros ibicencos, Ana Gordillo, señalaba que los datos de ocupación de junio hacían prever un verano histórico, pero hay un problema: faltará personal para dar un servicio óptimo a los turistas que lleguen a Ibiza. El problema de la vivienda en la isla va a obligar a los empresarios a pensar cómo resolver esta cuestión a sus empleados. De hecho, durante los primeros años del ‘boom’ turístico los empleados dormían en los propios hoteles y todo parece indicar que ese será el camino en el futuro.

Otro argumento para los antituristas del Govern: el cambio climático

El Govern ha creado un grupo de expertos en transición energética y cambio climático que han llegado a la conclusión de que hay que bajar los flujos de turistas en Balears. Ellos dicen, son los culpables del gran volumen de emisiones y añaden que la situación ha empeorado, un argumento que deja felices a todos aquellos antituristas del Govern que solo defienden la llegada de menos visititantes a las Islas. Quizás olvidan que el turismo de masas se registra apenas cuatro meses al año en Balears y que, además, llevamos dos de pandemia.