L as cinco personas heridas en el accidente de tráfico ocurrido ayer en la carretera de Santa Eulària, junto a las seis también heridas en dos accidentes durante esta última semana en la avenida de Sant Agustí han vuelto a poner de relieve el alarmante crecimiento de la siniestralidad en las carreteras pitiusas en el comienzo de 1999.

De momento, la cifra de muertes en accidente de tráfico en las Pitiüses se eleva a 10 en los tres primeros meses del año, cifra a la que hay que sumar varias decenas de heridos. En principio, las causas de estos accidentes parecen estar muy repartidas, aunque la alta velocidad que asumen algunos conductores aparece como una de las principales causantes de tantos accidentes.

En este negro balance de 1999 destaca el hecho de que un tanto por ciento muy alto de accidentes se han producido en la avenida de Sant Agustí. En los últimos siete días ha habido dos accidentes que se han cobrado seis heridos, y rara es la semana en la que no se registra una colisión en la carretera a Cala de Bou. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Sant Josep ha decidido instalar dos nuevos semáforos, mejorar la señalización de las curvas y aumentar el ancho de la vía en el que ya es uno de los mayores «puntos negros» de las Pitiüses.

En este caso, estas medidas parecen insuficientes ante los continuos accidentes que se siguen registrando en esa zona y, mejoras en la carretera a parte, reflejan una vez más el verdadero trasfondo del problema: la falta de concieciación y de educación de muchos de los conductores que circulan por nuestras carreteras. Con la temporada turística encima, que lógicamente traerá consigo una invasión de vehículos por las carreteras pitiusas, el tráfico vuelve a situarse como uno de los grandes problemas que hay que resolver.