Perdonen la demora pero han tardado en traernos la documentación del avión. Ésta fue la explicación que el comandante de un avión que realizaba un vuelo nacional ofreció a los pasajeros que llegaron a su destino con una hora de retraso. Ello demuestra que las compañías aéreas, en lugar de contribuir a aliviar los retrasos acumulados por el caos de Barajas, añaden minutos, cuando no horas, a los horarios previstos desfasados por la deficiente navegación aérea en España.

Otras explicaciones similares ponen en duda que se esté trabajando seriamente en conseguir una puntualidad que cada vez es menos respetada causando graves perjuicios a los pasajeros que se ven afectados por todo tipo de incidentes que convierten los horarios aéreos en pura teoría, cuando no en utopía.

El aeropuerto de Barajas, por ser el centro de un sistema radial, debiera funcionar a la perfección para que no afectara a los restantes aeropuertos españoles, la mayoría de los cuales deben servirse de Barajas para enlaces nacionales e internacionales. Los aeropuertos de Balears tampoco escapan a esta incidencia negativa y emprender un vuelo a su hora o con pocos minutos de retraso es algo absolutamente imposible hoy en día.

Si no se pone remedio a la situación y todas las partes implicadas no toman interés en una solución conjunta y seria, en Balears se nos avecina un verano tremendo, debido a que se prevé un tráfico muy intenso y problemático dadas las expectativas turísticas según anuncian todos los indicadores.

De modo que la situación actual no es más que un pequeño entremés de lo que puede suceder en julio y agosto si antes no se solucionan las cosas de modo favorable. Y, para ello, hay que ponerse manos a la obra cuanto antes.