La familia evangelizada y evangelizadora VI

Para ser, pues, evangelizadores de los hijos es necesaria una preparación para los padres. Se trata de una preparación que comienza en la época del noviazgo de quienes, como bautizados van a recibir un nuevo Sacramento, el Sacramento del Matrimonio, para formar así una familia cristiana en la que se eduque a los hijos en la fe.

El noviazgo es ese periodo importante en el que un chico y una chica, desde el amor que ha nacido entre ellos, van planeando toda la realidad de su matrimonio futuro, de su familia, de los hijos, del tipo de educación que les ofrecerán, etc. Unos novios creyentes deben ir construyendo durante este periodo de noviazgo el “proyecto creyente” de su matrimonio y su familia: la traza personal que quieren dar a la familia, cómo van a vivir la fe en ella y cómo van a educar en la fe a sus hijos, las exigencias que les pide el logro de una familia cristiana a cada uno de ellos como personas creyentes, esposos cristianos, etc.

El noviazgo es un tiempo propicio para que los dos adquieran no sólo un conocimiento cada vez más perfecto de ellos y fomenten un progreso de su amor, sino es también un periodo para adquirir una conciencia clara de los compromisos que asumen al celebrar el Sacramento del Matrimonio, sea con respecto a ellos como esposos como con respecto a sus hijos y su compromiso. El noviazgo es, pues, una etapa de la vida en la que se van poniendo los cimientos y puliendo el estilo de lo que será el futuro matrimonio y la futura familia cristiana.

Y siendo el noviazgo algo tan importante y bello, un noviazgo no vivido correctamente y sin aprovechar todas las posibilidades que tiene se convierte en una fuente de un futuro fracaso matrimonial. Para conocerse y poner buenas raíces que den solidez a su amor, los novios tienen a su alcance un arma verdaderamente poderosa: la comunicación y el diálogo; eso les ayudará a avanzar en el conocimiento mutuo: el conocimiento de las cualidades y defectos, las posibilidades de convivencia mutua, las coincidencias y diferencias en el proyecto e ideal de matrimonio, de familia, de los hijos y de su educación desde unos determinados valores, la religiosidad de ambos y las posibilidades de construir un matrimonio y una familia realmente cristianos. La comunicación y diálogo les llevará a realizar juntos su proyecto de vida futura como matrimonio, es decir la organización de lo que los dos quieren que sea su vida en todos los aspectos, como personas y como futuro matrimonio, como futuros padres y futura familia cristiana.

Para preparar ese momento los novios tienen a su servicio, servicio, por parte de la Iglesia, los cursillos prematrimoniales. El curso prematrimonial consta de una serie de sesiones en las que se analizan temas como la pareja, las claves para la convivencia, la comunicación en el matrimonio, la paternidad responsable, el significado del matrimonio o la sexualidad entre otros.

Es interesante que estos encuentros se llevan a cabo con otras parejas que también tienen previsto contraer matrimonio y son impartidos no solo por sacerdotes, sino junto con ellos colaboran también matrimonios ya consolidados que compartan sus experiencias así como profesionales de diversos sectores. En Ibiza, además, convencido de la importancia y necesidad de estos cursillos participo yo también. Eso me hace conocer a las parejas, hablar con ellas y establecer vínculos bonitos.

Con mi deseo de ayudar a las familias de Ibiza y Formentera, voy compartiendo con los lectores pasos que es importante dar. Hoy he querido animar a las parejas a formarse para empezar a ser buenas familias cristianas. Seguiremos, pues, hablando de estos temas en los próximos artículos.