Recientemente nos vimos golpeados por una noticia cuanto menos sorprendente, el proyecto de remodelación del puerto de Eivissa, con las obras prácticamente iniciadas, volvía a estar en el aire. La aparición en escena del Colegio de Arquitectos arguyendo que las obras afectarían al Patrimonio justo el día del inicio de las mismas nos ha producido una enorme sorpresa a muchos. En primer lugar por el momento escogido, cuando ha habido suficiente tiempo para presentar las alegaciones correspondientes, y en segundo lugar por el contenido mismo de la denuncia, señalando que podría afectar al Patrimonio, hecho más que evidente desde nuestro punto de vista.

La cuestión se ha ido complicando entre declaraciones de unos y otros y reuniones a varias bandas entre Ayuntamiento, Autoritat Portuària de Balears, Colegio de Arquitectos, etc. Y aún falta una reunión en la que esté presente el Consell d’Eivissa. Así, parece ser que uno de los puntos fundamentales de la polémica es el del número de aparcamientos de la zona y su ubicación. La creación de un párking subterráneo en la zona o la ubicación de aparcamientos en superficie divide a las partes. En nuestro caso, creemos que si técnicamente es viable un aparcamiento subterráneo esa debería ser la solución adecuada, manteniendo algunas plazas en superficie para residentes y para vehículos de reparto y emergencias. Los aparcamientos son un reclamo imprescindible para que La Marina no siga perdiendo valor cuando precisamente lo que pretendemos todos es incrementar el valor de nuestro patrimonio histórico y cultural, que es incluso Patrimonio de la Humanidad.

Otro de los puntos de discusión es el tipo de mobiliario urbano que presenta el proyecto. Bajo nuestro punto de vista, éste es uno de los aspectos más sencillos de subsanar, basta con seguir las indicaciones de la Comisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de sa Penya y la Marina. Éste órgano señaló que algunos elementos del mobiliario urbano previsto, como farolas de 10 metros de altura (más altas que las fachadas vecinas) o bien las abundantes pérgolas para ofrecer sombra en verano inciden negativamente en la visión de la fachada marítima de la Marina. Pensamos que las obras deben ser coherentes con la tan publicitada y conocida mundialmente imagen de Ibiza. El colocar elementos estridentes y exagerados modificaría para mal dicha imagen.

Una vez se ha conseguido que el tráfico de pasajeros haya sido trasladado completamente de La Marina a la zona de Botafoc, estamos de acuerdo con los vecinos y comerciantes del Puerto de Ibiza en que es imprescindible peatonalizar la zona lo más posible. Deben conjugarse los intereses del Ayuntamiento (que quiere reducir los vehículos en la zona), los comerciantes (que desean que sus clientes tengan la posibilidad de aparcar cerca de la zona), los vecinos (que desean liberarse de vehículos manteniendo ellos su legítimo derecho a poder aparcar) y Puertos (que quiere que los clientes de los yates tengan la posibilidad de tener aparcamiento cerca). La solución no es fácil y creemos que la mejor, insistimos, sería el aparcamiento soterrado con plazas para residentes, clientes de los numerosos yates de diversa eslora allí ubicados y para visitantes de los locales del Puerto.

La ausencia de un Plan de Usos de todo el espacio portuario ha añadido incertidumbre a todo el proceso. El miedo a que Autoritat Portuària haga un proyecto para sus propios intereses ha generado mucho rechazo en diferentes ámbitos por lo que debería realizarse lo antes posible dicho Plan de Usos, documento que determinará definitivamente qué actividad marítima se realizará en cada zona del puerto. Creemos, por otra parte, que cualquier trabajo que se realice en la zona debe ser totalmente consensuado con la administración local (Ayuntamiento y Consell) ya que no hay duda que la parte terrestre de las obras puede tener. Ahora bien, sí que creemos necesario que, llegados a este punto, las obras deben acometerse. Existe presupuesto y voluntad para realizarlas y una zona clave de nuestra isla como es La Marina de Ibiza se lo merece tras años teniendo que soportar una degradación paulatina. Hay que ser valiente y tomar decisiones rápidas. Es una inversión importante y que sería una auténtica pena que no pudiera estar finalizada en el verano de 2015.

De momento, y a la espera de más reuniones, parece ser que las obras se iniciarán en la zona del paseo marítimo desde el muro hasta el Martillo, es decir, la zona de los grandes yates. Tal decisión nos parece como mínimo surrealista y una discriminación evidente para los vecinos y empresarios de la parte inicial de la zona de la Marina. Si hay que iniciar las obras que sea con un proyecto completo, adecuado y consensuado. Ir haciéndolo por partes nos parece una chapuza, una fórmula para salir del paso absolutamente errónea. No estaría de más una nueva reunión urgente del Consejo de Navegación del Puerto de Ibiza para definir definitivamente la cuestión.