Sorprende la proliferación de noticias relacionadas con robos en viviendas y comercios que estamos leyendo últimamente en los medios de comunicación. Es comunmente sabido que durante el periodo estival se multiplican los robos en las viviendas de los vecinos de Sant Joan, pero incluso en invierno se producen este tipo de delitos que hacen que los ciudadanos se sientan desprotegidos, lo que provoca que la sensación de desprotección y desamparo sea aún mayor. Coincide que la zona que se lleva el mayor palo es la zona norte de la isla, Sant Miquel, Santa Gertrudis, Sant Llorenç, Sant Joan, donde menos efectivos hay de la Guardia Civil, 6 en total. SEIS guardia civiles durante todo el año, increíble, para cubrir una población que está muy dispersa y que en verano se multiplica. Además de no tener el retén abierto durante todo el día. En resumen, el paraíso para los ladrones. Cómo debe estar el tema de caliente, cuando hay ya un Ayuntamiento que empieza a dar charlas junto con la Guardia Civil sobre como prevenir robos en zonas rurales. Es increíble que estemos en el año 2014 y que nuestras instituciones se dediquen a vender la marca Ibiza a los turistas cuando los que realmente necesitamos amparo somos los ciudadanos que confiamos en nuestros representantes en los que deberían centrar su atención. Los vecinos empiezan a estar cabreados, y con razón, ante la pasividad de las instituciones que les representan, y ya han empezado en algunas zonas recogidas de firmas para pedir a los representantes políticos de la isla más protección. Vamos a pedir entre todos, los medios que Ibiza necesita, para que nuestros vecinos y visitantes estén seguros en sus casas y negocios. Nuestros ciudadanos empiezan a estar hartos de estar a la cola en inversiones por parte del Gobierno Central y aún peor, por el Gobierno de Baleares centralizado en Mallorca. Ya hemos visto como el delegado de Gobierno se ha visto obligado a dimitir ante el ninguneo centralista mallorquín.

Es normal que estén hartos cuando somos la Comunidad Autónoma con un mayor espolio fiscal, es decir, la comunidad en la que la relación de ingresos al estado con lo que percibe la comunidad es más negativa. Más grave aún es que después de todo esto, cuando pedimos a gritos todos juntos por primera vez que no haya prospecciones petrolíferas en nuestras islas porque podrían hundir nuestra principal fuente de ingresos (la industria turística), nos tomen literalmente por tontos. Unos, por haber autorizado la actividad (PSOE) y otros por realizarla (en Canarias ya han empezado). Pero después van todos juntitos a la manifestación para que la foto salga bien bonita.

En definitiva, el cabreo de los ciudadanos está absolutamente justificado. En mi humilde opinión, después de como vemos que nos toman por el pito del sereno, creo que nos mereceríamos que como mínimo tuviéramos una seguridad efectiva. La labor que hacen los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado es magnífica, pero es necesario que las instituciones refuercen dichos cuerpos, para garantizar así la seguridad y tranquilidad que deberían tener los vecinos en un país supuestamente desarrollado como el nuestro.