He perdido la cuenta de los años que he dedicado a investigar y a escribir para denunciar que en nuestra isla solucionar la problemática de la depuración de aguas residuales que sufren y padecen varios municipios es misión imposible. Es un cuento de nunca acabar. Y ahora, debido a que la población residente ha sufrido un incremento extraordinario y que la industria turística está en sus mejores momentos, resulta que los acuíferos no están a rebosar como antes, y pasa también que no hay suficientes plantas potabilizadoras de agua de mar. Así que en Eivissa no está garantizado un buen abastecimiento de agua potable ni tampoco la necesaria depuración terciaria de las aguas residuales. En cambio, el litoral se va contaminando en demasiadas calas, playas y alguna que otra bahía, como lo la de la capital insular por ejemplo.

Y vienen y se van los responsables del Govern balear que tienen la última palabra en todo lo que se refiere a solucionar problemas endémicos que sufrimos, entre ellos un peligroso emisario submarino en Talamanca, la falta de depuradoras en el municipio de Eivissa y en Cala Tarida, sin olvidar que no hay manera de poner en marcha la potabilizadora de Santa Eulària que ha de apagar la sed de varios miles de residentes en Sant Josep. Y los dichos políticos mallorquines del Govern balear no se cansan de decir al Consell insular, al ayuntamiento de Eivissa, a asociaciones de vecinos y a empresarios del sector hostelería que no se puede incumplir la ley.

Acto seguido pontifican que deberemos esperar unos tres (3) años a que entre en funcionamiento la depuradora de Sa Coma y que entonces, sólo entonces, se podrá cambiar el viejo emisario de Talamanca por uno nuevo.

Platja d’en Bossa

Así las cosas, entiendo que si el problema radica en que no se puede incumplir la ley, debemos ir pensando en que las leyes se han de cambiar para que la ciudadanía pueda mejorar su calidad de vida y, de paso, pueda ofrecer la mejora a nuestros visitantes. Y lo digo pensando en las enormes inversiones que están realizando, entre otros, la cadena Palladium Hotel Group, y el Plan de Excelencia que intenta llevar a cabo el Grupo Matutes en Platja d’en Bossa. ¿Por qué no se afina y pone al día la normativa urbanística para mejorar y embellecer la zona citada y que al mismo tiempo que se le permita construir un campo de golf? Y lo digo porque en Platja d’en Bossa hay suficiente agua depurada para regar los ‘greens’.

Can Misses

Pienso también en las malas leyes y la burocracia que impide que aún no tengamos en Eivissa radioterapia, como tienen en Son Espases, Mallorca. Y otra cuestión importante es el retraso que va sufriendo la completa puesta en funcionamiento del nuevo hospital de Can Misses. ¿Por qué no es más activo el Govern balear en tan importante tema para nuestra población?

Tanatorio y crematorio

Y otra cosa es el no servicio de crematorio para incineraciones, que desde hace varios años intenta poner en marcha la empresa Pompas Fúnebres Ibiza. Después de infinitas gestiones consiguen que el crematorio se instale en el cementerio de Santa Eulària y allí se decide sacarlo a concurso público, se adjudica a otra empresa que nada tiene que ver con la que tuvo la idea inicial, y ahora resulta que las obras no empiezan y, si no voy equivocado, el tema está en los juzgados. ¿Se dan cuenta? Aquí lo único que funciona bien es el sector privado. Menos mal y lo dicho ‘ut supra’: un cuento de nunca acabar.