No sé si será por la proximidad de las elecciones municipales y autonómicas, pero lo cierto es que las gestiones y presiones llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Eivissa, el Consell Insular y los vecinos de Talamanca, el Govern balear ha declarado la urgencia para agilizar la tramitación del nuevo emisario submarino, que vierte las mal depuradas aguas residuales de Vila no muy lejos de la citada cala, cuyas roturas han causado enormes problemas económicos, turísticos, sociales y hasta políticos. El cambio de emisario no será inmediato, si bien los plazos se reducen a la mitad, pero ahora ya pinta mejor con los trabajos de prevención para intentar evitar posibles roturas en la próxima temporada turística.

La buena nueva viene acompañada de otra aún mejor, y es que también se ha confirmado que el Ministerio de Medio Ambiente ha decidido licitar las obras de la nueva depuradora de aguas residuales, que se ubicará en Sa Coma. Así lo han anunciado los presidentes Vicente Serra y José Ramón Bauzá. La nueva estación resolverá el problema de la depuración para los próximos treinta años y para una población de 140.000 personas. El plazo de ejecución de las obras se ha estimado en dos años y el coste en 40 millones de euros, de manera que la depuración y evacuación correcta de las aguas residuales verá la luz el año 2017. La cosa es que no solamente se van a resolver los muchos problemas que sufre el municipio, sino que el puerto de Eivissa se verá libre también de vertidos ocasionales de aguas residuales sin depurar. Son muy buenas noticias gracias, posiblemente, a la postura de presión ejercida en los últimas semanas por el Ayuntamiento de Eivissa, el Consell Insular y los vecinos. Y otra cosa: teniendo en cuenta que la nueva planta contará con un sistema de tratamiento terciario de las aguas residuales, nada parece poder impedir la construcción de algún campo de golf, teniendo en cuenta que en Mallorca tienen más de veinte ‘greens’ operativos.

La firme postura mantenida por las autoridades recuerda las palabras del eclesiástico Miquel Torres ‘Torretes, en 1957, al escribir en la Hoja Semanal del 18 de abril, que las Pitiusas forman desde muy antiguo un grupo aparte [de las Baleares], con rasgos bien definidos. Señala además, el temperamento de sus hijos y su variada historia, casi tres veces milenaria. Y añade: «La personalidad supone vida adulta y responsable y es exponente de intrínseca dignidad». Así que, desde las Pitiusas, a perseverar y continuar exigiendo soluciones rápidas al Govern balear. Entre ellas, garantizar a toda la población residente y visitante el abastecimiento de agua potable en todos los municipios.

Portmany

El Ayuntamiento de Sant Antoni ha dicho alto y claro que no quiere urbanizar la costa comprendida entre Cala Gració y Punta Galera. En nota de prensa facilitada a los medios el pasado martes, leo que solamente se podrá construir a partir de 2.000 m2, que deben ser viviendas unifamiliares de un solo piso y se prohíbe expresamente la construcción en primera línea de la costa. También ha dicho lo mismo el candidato a la alcaldía, Pepe Sala, que tiene experiencia al frente del Ayuntamiento. Por mi parte, que he pasado muy buena parte de mi larga vida en Sant Antoni, puedo asegurar que es el municipio menos edificado de la isla. Y es debido a que los servicios técnicos dijeron nones a muchos proyectos, pero que sí obtuvieron el plácet en territorios cercanos. Y lo que digo es muy fácil de comprobar: basta y sobra con estudiar cartografía aérea reciente. Van a quedar sorprendidos.

Sigo en Portmany para felicitar nuevamente a Vicente Marí Prats por la Medalla de Oro recientemente recibida, y es momento justo para recordar que en su discurso de agradecimiento dijo claramente que el municipio necesita un líder para devolver a Sant Antoni la capitalidad turística de la isla. Espero y deseo que así sea.