Es curioso como una gran mayoría de personas coincidimos claramente en la valoración del panorama político estatal, concluyendo que la corrupción no es sólo del propio sistema, sino que los gobernantes, entregados y obedientes al mundo del capital, han convertido la gestión de lo público en un sistema corrupto, en una mafia destinada a enriquecerse a costa de lo que es de toda la ciudadanía.

Tod@s tenemos claro que víctimas de esta mafia caen uno tras otro derechos fundamentales que tanto les costó conseguir a nuestros ascendientes: sanidad universal y gratuita, educación pública y de calidad, servicios sociales tan necesarios, garantías laborales que permitan un empleo digno y estable, libertad de expresión sin mordaza, gestión pública de los servicios esenciales, justa justicia y tantos otros que darían para varias páginas.

Es un expolio continuado de los recursos del 99% de las personas, para beneficio de un 1% sin escrúpulos, lo que nos está llevando a unos niveles de desigualdad y pobreza que son ya insoportables. Coincidimos en que al final resulta que quien dirige y toma las grandes decisiones importantes para nuestro país no son aquellos a quienes hemos votado para que cumplan con un programa político sino que son aquellos que no han sido votados en las urnas, llámense Troika, IBEX-35 o Angela Merkel, y cuyas acciones inciden más si cabe en el enriquecimiento ilícito de quienes nos gobiernan y las grandes empresas que se benefician de ello.

Quiero pensar que quienes compartimos este análisis queremos un cambio político, una nueva forma de gobernar, donde las personas seamos protagonistas y destinatarias de las decisiones políticas, que quienes nos representan en las instituciones sean servidores públicos, que la participación ciudadana sea una realidad y la transparencia el hábitat político natural. Dónde la protección del medio ambiente y el bienestar de las personas sean prioritarias en la acción de gobierno.

Y sin embargo, de forma asombrosa, quienes han perpetrado este saqueo democrático, siguen obteniendo resultados electorales que para algunas personas, como una servidora, no alcanzamos a comprender. ¿Es el miedo a lo nuevo, al cambio, a quienes no han gobernado antes? ¿Acaso no aterroriza más pensar que todo va a seguir igual, ampliando la brecha de la desigualdad con pobres más pobres y ricos más ricos y una casta enriqueciéndose a costa del pueblo?

Cómo decía Albert Einstein «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo» Empieza por lo cercano, participando en las primarias de Podem Eivissa y Guanyem Eivissaen www.guanyemeivissa.info, y elige a las personas que quieres ver en las papeletas al Consell Insular d’Eivissa y a los Ayuntamientos de Vila, Santa Eulalia, Sant Josep y Sant Joan. Porque otra forma de hacer política no sólo es posible sino que es absolutamente necesaria.

Porque queremos una isla líder en la gestión social y sostenible de nuestros recursos, con un modelo turístico que aporte beneficios al conjunto de las personas que vivimos en Eivissa, respetuoso con el medio ambiente, con nuestro paisaje y con nuestras gentes, que apoye y promocione el producto local y ecológico, nuestra cultura y nuestro patrimonio. Una isla que no sólo tenga un eco mundial por sus discotecas y sus playas, sino también por ser un modelo de gestión política para el bien común, participativa y transparente, por ser puntera en la protección del territorio y en la autosuficiencia energética, mediante las energías renovables, abanderada de la cultura, la creatividad, el conocimiento y el uso de las nuevas tecnologías.

¡Claro que PODEMOS cambiar las cosas!