No es un titular irónico. La lista electoral del Partido Popular de Vila aúna experiencia y prestigio y está conformada por personas que -al menos en apariencia y por lo yo he podido percibir en el tiempo que llevo en esta isla- se me antojan inteligentes.

Lo afirmo desde la distancia ideológica y desde la perspectiva que me otorga ser uno de esos ciudadanos que no va acudir a depositar su voto el próximo 24 de mayo; pero también desde la ventaja que me da haber trabajado y tratado con muchos políticos. Y quizá ahí esté la clave, que los principales fichajes que ha hecho la actual alcaldesa, Virginia Marí, para intentar mantener Can Botino no responden a un perfil demasiado ‘político’.

El número dos, Joan Tur Ripoll, viene del mundo empresarial -hasta el martes era el presidente de la Pimeef-. He coincidido con él en tertulias radiofónicas y me parece un hombre prudente, señal inequívoca de la inteligencia a la que aludíamos antes. El puesto número seis lo ocupará la que ha sido directora general de Comercio del Govern balear durante la presente legislatura, Lourdes Cardona. Las referencias son buenas y está claro que ha tenido que lidiar con sector complicado, y eso da tablas. Y en la casilla número siete encontramos a Álex Minchiotti, quien se ha caído de la lista del Consell - ellos se lo pierden - por esas cosas que tienen los partidos y que ya les digo yo que no tienen nada que ver con méritos y deméritos. El actual conseller insular de Economía es un ‘crack’ (disculpen la expresión); un tipo trabajador y al que le sobra formación para estar en la política actual. En mi opinión, el mayor acierto de Virginia Marí.

Una lista potente, en definitiva, que tiene una pega importante: está pensada para gobernar, y esos significa que si el PP no conserva el ayuntamiento esos fichajes podrían ‘volar’. No se puede tener todo.