El próximo 13 de junio se constituirán los ayuntamientos de Eivissa; un par de semanas más tarde el Consell Insular. Se iniciará entonces de manera oficial una nueva etapa en las instituciones. Un nuevo episodio de cuatro años que nos descubrirá nuevas formas de gobernar, de entender la política, de gestionar lo público... y también nos desvelará nuevos valores.

Para detectar algunos de esos hallazgos habrá que esperar; pero lo que ya sabemos es lo que nos vamos a perder en esta legislatura. Algunos de los activos que podrían haber dado lustre en este período renunciaron avant la lettre.

Fanny Tur, por ejemplo (ahora ya se puede decir) fue tanteada por (como mínimo) una de las fuerzas emergentes. Dijo que no y eso que ganan el Arxiu y la Biblioteca de Vila y eso que pierde la política. Lina Sansano también ‘cayó’ antes de hora. Ni siquiera entró en las lista municipal del PP. Algunos en ese partido no supieron valorar su trabajo al frente del área de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Eivissa y ella optó por emprender una nueva etapa.

Otros se ‘perdieron’ el domingo, por voluntad popular. Tras demostrar en el Consell que sabe cuadrar los números como nadie, Álex Minchiotti -apartado de la candidatura insular y repescado por Virginia Marí para la suya- no gestionará el área económica de Can Botino (la buena noticia es que si finalmente Rafa Ruiz es alcalde, el elegido para ello podría ser Alfonso Molina). Tampoco veremos a Carmen Tur en el Parlament dando guerra -salvo que la impugnación de dos mesas electorales prospere-. A partir de ahora, habrá que poner en valor lo que ganamos, y esperemos que sea mucho.