Sant Antoni ha abandonado el monótono abrazo del PP para lanzarse a la fiesta tripartita: Cires+Valdés+Ferrer son los nuevos dj’s de la política portmanyina; ellos eligen las canciones y suben o bajan el volumen (esperemos que lo bajen un poco). Recuerden esos linajes, porque, desde el sábado, y si no se precipita ningún meteorito sobre la Tierra, serán alcalde, primer teniente de alcalde y segundo teniente de Sant Antoni. Mientras, Pepita Gutiérrez, la alcaldesa que fue desechada por su propio partido, se despide en Facebook citando a Winston Churchill. Churchill es autor de celebradas frases: «Todos al suelo, que vienen los nuestros», es la que ha elegido Pepita Gutiérrez para decir adiós a amigos, enemigos y compañeros de partido.

Pero la cuestión, en Sant Antoni, no es Pepita, ni Cires, ni siquiera Winston Churchill. La cuestión son los nietos de Churchill. ¿Cómo dominar a un pueblo que es capaz de desayunar tostadas con baked beans (judías al horno) y huevo frito encima?... That is the question. ¿A golpes de botifarró?... Los súbditos británicos son inmunes a la ligera gastronomía ibicenca: la suya contiene mucha más mantequilla. Además, en su bendita ignorancia, a ellos les da igual qué o quién gobierne Sant Antoni.
Las frases de Churchill sirven para un roto y para un descosido. Yo he elegido dos y se las dedico al tripartito que gobernará Portmany. Churchill dijo que el éxito es «la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo»; la otra es aún mejor: «El problema de nuestro tiempo es que los hombres no quieren ser útiles, sino importantes».