Luna tiene estrella. Algunas creencias apuntan que con la luna llena aumentan los ataques de energías negativas. El pasado miércoles se daba esa fase que tiene lugar cuando la tierra se encuentra situada justamente entre el sol y la luna. A su raro influjo achacaría la salvajada perpetrada por un ‘animal’ que, molesto por los ladridos de una camada de cachorros, acabó lanzando a la pequeña Luna al vacío.

La presunta negatividad de la luna llena podría ser el argumento que presente el autor de esta salvajada como atenuante ante el juez. Personalmente no se lo compro y confío en que su acción tenga una contundente respuesta penal. En este caso me acojo a la sabiduría del refranero que dice que no hay mal que por bien no venga. Y es que Luna, con apenas dos meses de vida, ya tiene mucho vivido y más por disfrutar.

Conocer la peor cara del ser humano le costó una pata quebrada. Pero tras la oscuridad llega la luz. La cachorra fue atendida y el aviso lanzado por el Centro de Protección Animal de sa Coma ha tenido una rápida respuesta. Hoy, Luna todavía lleva enyesada su pata pero no es impedimento alguno para juguetear con la familia de acogida. Su historia me ha conmovido especialmente. Y por la respuesta que he visto en facebook el sentimiento está muy compartido. Y es que un perro es mucho más que el mejor que amigo del hombre. Siempre he tenido alguno.

En los últimos meses, a Boira y Tango se ha sumado la pequeña Queen, que ha llegado fruto de la insistencia del pequeño de la casa. Todavía recuerdo el maltrago que pasamos el día que pensamos que se había escapado cuando en realidad dormía plácidamente bajo un edredón. Ella, aquella noche no vió las estrellas. Pero como Luna, tiene estrella.