Figueretes no es el mejor barrio de Eivissa. Ni el más limpio, pero está al lado del mar. No es el mejor barrio de Eivissa pero tiene su encanto, sobre todo un paseo que podría ser mucho mejor de lo que es. El alcalde de Vila, Rafel Ruiz, visitó hace unos días el barrio para demostrar que en Figueretes se limpia más que nunca, que los camiones de agua a presión dejan las calles como los chorros del oro, y que el barrio, pese a muchas carencias, está ahora en el punto de mira del Ayuntamiento de Vila.

No dudo de la buena voluntad del alcalde ni de su equipo, pero recordemos que hay un plan para reformar el paseo en un cajón desde 2007.

Igual creen que Figueretes no es un barrio que se merezca baldosas nuevas, que no estén rotas, bancos en buenas condiciones, y más limpieza, sobre todo más limpieza. Figueretes es uno de esos nombres que suenan en campaña electoral, en la retahíla de promesas que hay que hacer sin falta, pero a la hora de la verdad pocos se acuerdan de este barrio junto al mar. Supongo que los políticos no darán la culpa a los empresarios porque muchos de los locales que están en el paseo tienen un nivel por encima de la media. No es culpa de ellos, desde luego. Figueretes merece un nuevo paseo, como lo tiene el puerto de Vila, con baldosas nuevas, bancos cómodos y modernos, una iluminación eficaz, plantas que resistan al sol y al salitre del mar, pero sobre todo que sea un espacio público donde apetezca dar un paseo, tomarse una copa o, simplemente, mirar el mar. Figueretes debería dejar de ser una palabra recurrente en una campaña electoral para estar en el lugar que se merece por su ubicación y sus vecinos. Figueretes no puede seguir en el olvido. Y me temo que seguirá.