El nuevo equipo de gobierno del Consell d’Eivissa tuvo que enfrentarse ayer a una difícil papeleta: defender lo indefendible, el famoso «pelín» de 200.000 euros. Debían explicar que sí, que habían hecho un equipo de gobierno con tres consellers menos que el PP y que encima iban a cobrar un 5% menos. Lo que también tenían que explicar, parte más difícil, es a todos los enchuf... ¡perdón!, las direcciones insulares, secretarios técnicos, cargos de confianza, etc... que han fichado para llevar a cabo la árdua labor de dirigir la máxima institución de nuestra isla.

La tensión fue la nota constante en el debate que mantuvieron el expresidente de la institución, Vicent Serra, hoy convertido en jefe de la oposición, y la que fue designada portavoz, la vicepresidenta segunda Marta Díaz, que le tocaba hacer la papeleta de intentar convencer a Serra que su calculadora no iba bien. Pero sin duda el momento más curioso se vivió en el preciso instante en que Marta Díaz justificaba a los ‘fichajes’ explicando que se trataba de gente cualificada y con más que suficientes méritos para ocupar la plaza que se les había asignado. Los elegidos están tan bien preparados que en última instancia se ha prescindido de los servicios de un Doctor en Economía y de un arquitecto con amplia experiencia en el sector público, Consell d’Eivissa incluido. Ellos dos no tienen cabida en este Consell, al menos de momento, aun que su plaza esté creada. Sin embargo tenemos la suerte de poder contar con un gerente de movilidad que de siempre ha sido «un apasionado del transporte» y una directora insular de transparencia que seguramente nos hará más falta que un encargado en territorio o en economía.