Da igual lo que hagan, lo que digan, y lo que escriban. El actual gobierno del Consell ha perdido la batalla mediática por el tema de la plantilla de altos cargos. Pueden enviar diez comunicados al día, que lo que se queda, lo que llega a la opinión pública, es que el actual gobierno insular cuesta 200.000 euros más que el anterior, con más cargos, algunos de ellos de dudosa utilidad, que cuando gobernaba el PP. Estos son los números. Da igual si dicen que el gobierno del Ayuntamiento de Santa Eulària cuesta por habitante más que el del Consell. Es lo que tiene la política. Además de hacer buena gestión hay que explicar bien las cosas y evitar la demagogia. Sí, la demagogia que se hizo en campaña y también después de las elecciones sobre la casta, los políticos profesionales, lo que chupaban el dinero de las instituciones, etcétera. Fácil de vender y muy fácil de comprar. Podemos no puede explicar ni argumentar, por ejemplo, el motivo por el cual ha contratado a un gerente en Movilidad con nula experiencia en la materia. Dicen que le gusta el transporte e imagino que creen que con eso basta. A mí me gusta el fútbol y no me veo entrenando a ningún equipo de Primera. La política es así. No hay grises. O es blanco o es negro y el tema de los sueldos, de los altos cargos, es un asunto que la opinión pública compra muy bien. Si quiere, y seguro que lo ha hecho, que Viviana de Sans mire los comentarios en las webs sobre el tema. Son durísimos. A este gobierno le quedan cuatro años de gestión y habrá momentos en que, lo que se dijo antes, en campaña, se volverá en su contra. Los de Podemos, sobre todo, ya han experimentado lo cruel que puede ser la opinión pública, pero la demagogia es el peor mal de la política.