Parece ser que todos los ayuntamientos están de acuerdo en unificar el horario de los establecimientos de ocio nocturno, con lo cual se buscaría el equilibrio entre los residentes, los clubbers y los que solamente vienen en busca de fiestas de todas clases. Lo acuerdos han de salir del Consell de alcaldes y su cabeza visible: el presidente del Consell Insular. Opino que sería un buen paso para poner orden en un tema importante para un sector que genera mucha riqueza en la isla. Algo debe de estar cociéndose cuando la Asociación Ocio de Ibiza está a favor de regular y cumplir la normativa existente, una patronal que incluye a nueve establecimientos y beach clubs como el Ushuaïa, Privilege, Blue Marlin, Km5 y DC10, pero noto que la Asociación Balear de Discotecas, al parecer, no se ha pronunciado sobre el tema.

En cualquier caso, cabe recordar que hay unas ordenanzas municipales que regulan los horarios de cierre. Lo que no entiendo es que no se hable de la necesidad de mantener unos volúmenes musicales que no molesten a la ciudadanía y a los visitantes que no van de fiesta en fiesta, y que tampoco se ponga sobre la mesa la necesidad de no sobrepasar los aforos de los establecimientos de ocio. Precisamente, considero que hacer respetar los aforos de establecimientos situados en calles céntricas, que multiplican sus superficies al invadir la vía pública en el corazón de alguna población (caso de Sant Antoni), es un principio de solución para acabar con las aglomeraciones y muchos ruidos.

Y en relación a hacer respetar las ordenanzas municipales, cabe decir que aquí y ahora gana por goleada el Ayuntamiento de Santa Eulalia, que hace cumplir las ordenanzas; y repito que muy bien con unificar los horarios de cierre, pero acaben con los decibelios desbocados y la contaminación acústica.

Otro tema importante que han abordado los Consells de Eivissa y Formentera está relacionado con llevar a cabo una campaña informativa para las embarcaciones (se cuentan por millares) que fondeen en nuestras costas y reclaman un mayor control. Aquí se trata de proteger las praderas de algas, la posidonia, y el Consell de Eivissa apoya la creación de fondeos ecológicos. Lo que está por ver, es si habrá suficientes medios para vigilar los fondeos y para proporcionar información a todos los propietarios de embarcaciones (repito que millares) que desde varios países europeos vienen cada verano a las Pitiusas.

Lo que sí me extraña es que los gobernantes no exijan un mayor respeto en la tierra firme, y me refiero a que miles de ciudadanos no transportan sus materiales de desecho (entre ellos coches, electrodomésticos…) al vertedero insular, sino que los abandonan en cualquier lugar de la isla favoreciendo así la creación de vertederos incontrolados. Y los hay bien visibles en toda la isla, incluyendo sa Talaia de Sant Antoni, Baix sa Penya de Vila, en cualquier camino y en los bosques. Así que la Conselleria de Medio Ambiente y los ayuntamientos, todos deberían estudiar la manera de acabar con los vertederos incontrolados de residuos sólidos urbanos, que se encuentran a lo largo y a lo ancho los rincones de nuestra escasa geografía (572 km2 si no estoy equivocado). Protejan los fondos marinos, las calas y las playas, pero no se olviden de la tierra firme.