Parecía que la exalcaldesa, Virginia Marí, había encarrilado la solución para construir un nuevo emisario submarino que evacuara las aguas residuales por la zona de Botafoc y así salvar Cala Talamanca, y de repente, el miércoles pasado, la presidenta de la CAIB, Francina Armengol, dice alto y claro, y además en Eivissa, que el Govern balear descarta que el emisario de Talamanca esté listo antes del próximo verano. ¡Toma del frasco, Carrasco! Así que habrá que esperar a que los temporales nos sean leves, a las posibles fracturas que puede sufrir la vieja tubería o a que las anclas de embarcaciones de recreo no se la carguen. Además, no hay proyecto –dicen- ni dinero para construirlo y que todo va ligado a la instalación de la nueva depuradora de Eivissa en sa Coma. Al mismo tiempo, cabe esperar (digo yo) a que tengamos una nueva red de alcantarillado separada de las tuberías encargadas de la recogida de aguas pluviales, que no pueden mezclarse con las fecales y, por tanto, que no puedan llegar a la depuradora. Menos mal que hay 41,2 millones de euros, que aporta el Ministerio de Medio Ambiente para la depuradora de sa Coma, pero entiendo que el actual alcantarillado y las inundaciones, a causa de las lluvias, son problemas endémicos que sufre la ciudad de Eivissa y que han de solucionarse de inmediato por el Govern balear, el Consell insular y el Ayuntamiento de Eivissa. No podemos esperar al año 2017. Así que a solucionar los déficits de infraestructuras que padece Vila.

En cuanto al municipio de Sant Josep, estremece enterarse de que tres de cada diez litros que pasan por las tuberías de abastecimiento de agua se pierden. Dinero hay para solucionar el problema y después a esperar que el anillo de interconexión esté construido, pero hay una condición que pasa por encima de todos los proyectos y es que la nueva desaladora de Santa Eulària entre en funcionamiento para que el agua potable pueda ser conducida hacia Sant Josep.

Así que el problema de la falta de agua parece que será solucionado en pocos meses, pero aún tiene pendiente Sant Josep la falta de depuradoras de aguas residuales que hay en la costa occidental del municipio. No se puede afrontar el más inmediato presente sin que la clase política gobernante solucione de una vez por todas las infraestructuras necesarias y relacionadas el ciclo del agua, es decir, buen abastecimiento y mejor saneamiento.

Hay, también, problemas de saneamiento en los municipios de Santa Eulària y de Sant Joan, así que los ayuntamientos y el Consell insular habrían de ponerse las pilas, conseguir proyectos y que la CAIB y el Ministerio de Fomento aporten el dinero necesario para acometer las obras tan necesarias que necesitamos.

Aún me queda por comentar un viejo problema que sufrimos, y me refiero a la contaminación acústica que hay en Platja d’en Bossa (Sant Josep) y en la Bahía de Portmany (Sant Antoni y Sant Josep). Los dos ayuntamientos tienen ordenanzas para hacer cumplir el control de los volúmenes musicales, horarios y aforos, pero en la práctica no se nota. En cambio, sí se hace en los municipios de Santa Eulària y de Eivissa. No entiendo, pues, que el Consell de Alcaldes no solucione la problemática de la contaminación acústica, tanto en tierra como en la mar.

De manera que vuelvo al principio: los gobernantes, los de aquí, deberían hacer una lista de prioridades para intentar resolver los endémicos males que sufrimos. Otro día hablaremos de más déficits de infraestructuras, pero créanme, señores políticos, que el ciclo del agua (desaladoras y depuradoras) es lo primero que deben solucionar.

¿Por qué será que en Mallorca no tienen tantos problemas? Pues miren, yo opino que es debido a que en Palma tienen la caja fuerte…