Déjame que te cuente. Jorge Blas es un mago español de 35 años, hace unas semanas recibió una llamada inesperada. De pronto desde su móvil le llegó una voz que le dijo: «Hi, David Copperfield here!». El mago estadounidense había visto uno de sus vídeos en redes sociales, donde Jorge hacía una magia que a él le interesaba mucho, quería saber si la había inventado él, si alguien había hecho algo parecido en el mundo y si estaría dispuesto a cederle los derechos para el mercado de Estados Unidos.

Sandra Burgos, ha sido emprendedora desde siempre, con 4 años montó una consulta espiritual tras un biombo en el bar de su abuela, ahora es docente e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela y lleva adelante lo que ella llama el proyecto de su vida ‘30K Coaching’, su historia y su proyecto inspiran.

Hay muchas más historias como la de Sandra o Jorge y tienen algo en común: una marca personal coherente y bien gestionada que da sus frutos. Los dos son un precioso ejemplo que me ayuda a hablarte sobre tu propia marca personal, porque puede que aún no seas consciente pero tienes una marca personal que vas dejando por ahí.

¿Qué es la marca personal?

Marca personal es una metáfora que representa tu identidad, refleja tus cualidades y capacidades. La marca personal no es sólo algo que tienes sino algo que dejas en tu entorno, es la huella que imprimes en otras personas en tu día a día.

Son muchos los que asocian su identidad a un puesto de trabajo, un título o un cargo y eso es un error. Tu identidad profesional es mucho más que eso, es tu personalidad, es tu forma de pensar y actuar. La marca personal se construye a través de tus acciones a largo plazo, es la suma total de tus logros, hábitos, actitudes y conductas a lo largo del tiempo.

Es imposible no generar impacto en los demás, todas las personas tienen unas cualidades y características que las distinguen y que ocupan un espacio en el recuerdo de otros. Así, todos tenemos una marca tanto si somos conscientes como sino. Cuando la descubrimos podemos utilizarla a nuestro favor de un modo positivo para el entorno.

¿Cómo gestionar la marca personal?

Fortalecer lo que te hace valiosa o valioso y transmitir el potencial de lo que puedes aportar es gestionar tu marca personal.

Ya ves que todos tenemos una marca personal, el tema es aprender a identificarla y ponerla en valor, para que te lleve a ‘ser la persona elegida’ si buscas trabajo, o a ser mucho más valorada y lograr más posibilidades en tu trabajo actual. Una marca personal no se crea ni se inventa, se descubre. Es algo que dejamos en los demás, el reflejo de lo que somos, el resultado de lo que hacemos. Gestionar tu marca personal, comienza por un proceso de análisis, de preguntar a otros y de descubrimiento cuyo fin es hacer crecer nuestras mejores cualidades.

La gestión de la marca personal va de dentro a fuera. Empiezas por descubrir, profundizar y destilar quién eres para después comunicarlo de forma eficaz, algo así como lo que ha logrado hacer Sandra. Obliga a ser coherente y consecuente, por eso los pilares sobre los que se asienta deben ser sólidos y auténticos.

Si eres capaz de construir una identidad poderosa, dejarás una huella memorable.

¿Qué beneficios tiene gestionar la marca personal?

Tener una marca personal bien gestionada te ayudará a tener una vida mejor y aumentar tus opciones de éxito. Es una forma ordenada y estructurada de ser más eficiente en los esfuerzos a la hora de progresar profesionalmente.

Te permitirá mostrar quién eres y lo que haces de manera honesta y sincera. No se trata de ser alguien distinto, sino encontrar y comunicar lo mejor de ti. La marca personal solo tiene valor si es capaz de aportar y establecer relaciones basadas en la confianza.

La gestión de la propia marca te impulsa a conocerte mejor de forma que puedas aportar valor y eso no es contrario al espíritu de equipo. Cuando defines unos objetivos personales claros, medibles, realistas, beneficias a quienes te rodean.

Asimismo, cuando falta información, la marca te ayuda a tomar la decisión porque reduce la desconfianza y ayuda a escoger. Asociar tu nombre con un beneficio o unas cualidades tendrá resultados, uno de ellos es que las oportunidades comenzarán a venir a ti y no tengas solo que ir tú a buscarlas.

El método

Sin método no hay marca, dice Andrés Ortega un referente en lo que a marca personal se refiere. Es necesario un método estructurado que facilite que puedas diseñar tu propia estrategia de posicionamiento. Se trata de mejorar y perfeccionar lo existente, una reforma profesional que mejorará lo que ya tienes. Para ello trabajarás a fondo quién eres y a dónde quieres llegar para ofrecer una imagen coherente, con norte y objetivo.

Cuando trabajo la marca personal con mis clientes utilizo mi propio método en el que reúno herramientas de coaching, de gestión de empresa, de innovación y parte de mi propia experiencia, creciendo como persona y profesional. A ese método lo he bautizado como PPTA, acrónimo de Propósito, Pasión, Talento y Acción. Como ves, combina muchos elementos pero el objetivo es proporcionar los medios para que las personas saquen lo mejor de sí mismas y destaquen aportando algo a los demás.

Si te embarcas en esta tarea necesitarás cambiar tu mentalidad para aplicar estas herramientas, pero lograrás que las personas te conozcan, que sepan a qué te dedicas y asocien tu imagen a un beneficio, a un valor que aportas.

Para esto, tanto internet como las redes sociales son una plataforma que ofrecen oportunidades que hace quince años ni imaginábamos. La historia de Sandra y de Jorge ilustra estas oportunidades de darse a conocer y acceder a personas que, de otro modo, sería bastante más difícil. La clave es hacerte visible para mostrar que tienes un proyecto, una propuesta interesante y diferencial.

Es posible que en algún momento te hayas preguntado cómo has llegado a una situación que tiene poco que ver con lo que deseas, entonces te darás cuenta que dejaste que otros decidieran por ti. Si no diseñas tu propia estrategia formarás parte del plan de otros y quizás no sea ese el plan que quieres para ti. Si te esfuerzas por hacer bien tu trabajo y utilizas canales adecuados para demostrarlo tendrás más opciones de ser encontrado y elegido, si no, el mérito se lo llevarán otros, quizás peores que tú pero que saben comunicarse mejor.

Cierre envolviendo historias

Pasar de no ser consciente de tu marca personal a posicionarte como alguien a tener en cuenta requiere ganas y esfuerzo mantenido, pues pasarás a gestionarla de acuerdo a un plan y una estrategia, lo cual requiere un importante cambio en tu vida. El caso de Jorge no ha sido solo fortuna, si él no llega a estar ahí, mostrando su valor diferencial de modo coherente, David Copperfield nunca lo hubiera encontrado. Que la historia de Sandra inspire, invite a valorar y apreciar tu propia historia personal tampoco es casualidad, detrás hay un trabajo de autoconocimiento, un esfuerzo para saber contarlo y una preciosa valentía de mostrarse para servir a otros.

El mundo del trabajo ha cambiado para siempre, ahora es muy arriesgado seguir pensando que podemos vivir como cuando el jefe o la empresa reconocían tu duro trabajo. Ahora es crítico ser proactivo comunicando tu valor. Hay millones de personas con cualidades parecidas a las tuyas que pueden hacer tu trabajo, así que ¿qué te diferencia del resto y cómo vas a comunicarlo?