En poco tiempo se cumplirán los cien primeros días del gobierno del Consell d’Eivissa. Estos cien días de cortesía son los que se dan a los gobiernos para que puedan trabajar con tranquilidad, que se asienten en el poder, que conozcan el funcionamiento de la institución, de la burocracia, y que empiecen a tomar las primeras decisiones. En este tiempo ha habido aciertos y errores. El principal acierto, solucionar de una vez por todas el servicio de la ITV, que estaba colapsado desde hace tiempo. Algo tan sencillo como poner más personal ha bastado para ponerse prácticamente al día con los ciudadanos que debían pasar la inspección de vehículos. En estos cien días, el president del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, ha demostrado que es un político moderado y con la experiencia necesaria para no meterse en demasiados líos, más allá de aguantar las meteduras de pata, cada vez menos frecuentes, de su vicepresidenta, Viviana de Sans. En estos cien días es más que evidente que en el gobierno del Consell hay políticos con mucha experiencia (Marta Díaz, por ejemplo) y otros que aún no saben cómo funciona la institución. Dicen algunos funcionarios que el desconocimiento de la administración que demuestran determinados consellers es un motivo de preocupación. En estos cien días, sin embargo, no acaban de verse determinadas políticas que los ibicencos necesitan conocer. La reforma de la carretera de Santa Eulària es una urgencia y falta una mayor concreción por parte del Consell. Esperemos que no hagan igual que el PP, que en cuatro años no fueron capaces de hacer nada. Y en el tema de los taxis ‘piratas’, el Consell ha tardado en reaccionar. Esperemos que reaccionen para el próximo verano. Solo han pasado cien días.