Los eventos culturales organizados por las administraciones públicas, ¿deben cobrar entrada? Esta es una duda personal que suele rondar por mi cabeza y que volvió a emerger ayer, a raíz de una propuesta programada por la Conselleria de Cultura del Consell de Formentera para el próximo domingo. Se trata de un espectáculo dedicado al público infantil, ‘La vida es música’, a cargo de la artista Dàmaris Gelabert, y destinado a reivindicar el lenguaje musical; «como medio de comunicación ideal con los más pequeños, así como para educar y establecer lazos afectivos», según el comunicado de prensa. Hasta aquí todo bien, loable y entrañable pero, siempre hay un pero: la entrada al Cine Municipal donde se desarrollará el evento a las 17 horas, tiene un coste de 8 euros para adultos mayores de 16 años y de 6 euros para «nens de 1 a 16 anys». Además, el cine dispondrá «de un espacio para la venta de los discos de la artista», y según apunta la consellera de Cultura, Susana Labrador en la nota, «desde el área de Cultura queremos apostar por este tipo de espectáculos familiares, «perquè des de ben petits els nens gaudeixin de la cultura». No pongo en duda la buena intención de la consellera y de su equipo a la hora de programar este espectáculo, ni de la calidad del mismo. Solo pienso en muchas familias de Formentera con niños pequeños a las que les cuesta llegar a fin de mes y que no pueden permitirse gastar un promedio mínimo de 30 euros para disfrutar de dicha propuesta cultural, ni tampoco soy partidaria que los menores de 12 años tengan que abonar el precio de una localidad. En este sentido abogo, y días después de haber sido presentados los presupuestos del Consell para 2016 que ascienden a 22 millones de euros, a destinar partidas para sufragar este tipo de actividades que todos consideramos necesarias e imprescindibles para estimular la participación de todas las familias de la isla en algo tan bonito y educativo como la música y el teatro.