En el último pleno del Parlament balear se habló, al fin, de los robos que padecen los ibicencos viven en el campo. Y, sorprendentemente, quien sacó el tema fue El PI-Proposta per les Illes; una formación que tiene escasamente tres concejales en Eivissa (todos en el Ayuntamiento de Sant Antoni). ¿A ningún otro partido político le interesa esta cuestión? Entiendo que sí, pero quizás es que son conscientes que mientras han ostentado el poder poco han hecho para solucionar este tema que, a decir verdad, hace años que colea en el campo ibicenco.

Las casas payesas ibicencas hace muchísimos años que han dejado de ser aquellas bucólicas viviendas donde sus moradores no se preocupaban por cerrar con llave cuando se iban a dormir. Una situación que nos parece increíble a los que no hace tanto tiempo que estamos en este mundo, pero que describe perfectamente cómo era entonces la sociedad de la isla. Una época en la que los vecinos más cercanos se ayudaban unos a otros como si tuvieran lazos de sangre. Ahora, sin embargo, los ‘payeses’ de toda la vida han ido abandonando el mundo rural y sus casas han sido pobladas por gente de todas los rincones del mundo. Debe ser difícil encontrar una vénda de cualquier pueblo ibicenco donde se conozcan todos los vecinos. En una isla donde cada vez vive más gente y más diversa, se hace imprescindible doblar los esfuerzos para garantizar nuestra seguridad. Entiendo que no es plan que los ibicencos volvamos a dormir con la forca debajo de la cama, pero estoy seguro de que antes los ladrones se lo pensaban dos veces antes de entrar en las casas payesas.