Juanito dio en el clavo. La frase que encabeza este altavoz la profirió el hijo de Rajoy preguntado por los comentarios que hace un locutor deportivo en el FIFA, el top de los videojuegos entre niños y mayores. El hijo del presidente escaló en la incorrección política y apostilló un “por no decir que son una basura”. El presidente respondió la ‘espontaneidad’ del niño propinándole dos pescozones/collejas. La secuencia y presencia de Mariano en el Tiempo de Juego ha tenido más eco que la mayoría de intervenciones del presidente a la hora de informar sobre asuntos de más envergadura que un intrascendente Shaktar Donest-Real Madrid. Rajoy pasó casi 4 horas en un espacio deportivo poco después de que su equipo de campaña confirmase que al debate de candidatos del 7D irá la vicepresidenta Soraya. Eso sí, Rajoy acudirá al ¡Qué tiempo tan feliz! de María Teresa Campos. A la misma hora, Pedro Sánchez se echaba una partida de ping-pong en la casa de Bertín Osborne. Sánchez ya tuvo un sonado estreno en el Sálvame de Jorge Javier. La denominada vieja política supera a la nueva. Los asesores de imagen se han comido a los sesudos del think tank. Rajoy dejó otro titular: Bale es más peligroso por la izquierda que Pablo Iglesias. Los auto denominados nueva política también tienen sus momentos de gloria. La alcaldesa Barcelona ha instaurado el solsticio de invierno en lugar de la Navidad. Monedero va más allá e insinúa ciertas tendencias adictivas de un ciudadano. Entre unos y otros, derecha e izquierda, le están haciendo la campaña a Albert Rivera, quien ha encontrado su espacio en la indefinición. Lo dicho, Juanito la clavó. Son bastante mejorables.