PREGUNTA 1: En Ibiza no hay MediaMarkt, ¿pueden darme instrucciones sobre cómo y dónde debo enviarles el ordenador?

RESPUESTA 1: En relación a su consulta, le informamos de que la tienda más cercana corresponde a la tienda de Mallorca. Si quiere que se lo vayamos a buscar nosotros, comuníquenoslo y procederemos a la recogida de su artículo en su domicilio. (En el presente artículo he añadido las tildes que obviaron y he corregido tres incorrecciones léxicas)

PREGUNTA 2: ¿Qué centros de rehabilitación tengo a mi disposición con su seguro?

RESPUESTA 2: Puede ir a Policlínica Miramar, es el mejor de Baleares.

PREGUNTA 3: ¿Puede pasarme al conseller para un corte de voz? (Parlament Balear, Mallorca)

RESPUESTA 3: Si hubiese venido a la rueda de prensa podría haberlo hecho. Sus compañeros periodistas han venido incluso desde Algaida.

Tres situaciones reales, tres anécdotas, tres muestras claras de desconocimiento de nuestro archipiélago o de carencia de sentido común básico.

En los tres casos tuve que explicar hasta en tres ocasiones, como en los tres cerditos, que vivo en Ibiza, que Mallorca es otra isla y que mi capacidad de natación me imposibilita cruzar el charco para llevar un portátil, recibir un masajito diario o entrevistar a un político. Como en la mayoría de las cosas extrañas que me ocurren, acostumbro a contar las “Montsadas” con humor, ironía y una sonrisa de oreja a oreja, pero les aseguro que empiezo a estar ya un poco cansada de la falta de respeto y de cariño hacia los que no podemos coger un coche y plantarnos en otra ciudad ante la carencia de servicios en nuestra isla. Exigir la capitalidad de Ibiza es una necesidad que grita por sí misma para evitar que algunos trámites muy básicos tengan que ejecutarse en Mallorca. No todo el mundo puede dedicar un día de su tiempo y 200 euros para registrar, por ejemplo, un libro de poemas. Les pongo el caso menos complejo de una cadena de trámites que rozan lo surrealista.

Si hablamos de seguros o de accidentes, tenemos que esperar días a que el perito se persone en Ibiza y soportar que nos digan desde las oficinas de Barcelona que cierran en agosto y que nuestros accidentes de verano no serán gestionados hasta septiembre con toda la cara y poca vergüenza del mundo. En mi caso, otro hecho real al más puro estilo #cutrepelículadesobremesadeAntena3findesemana, hasta que no reclamé vía Twitter a Axa, mi excompañía, porque me he cambiado ante su falta de profesionalidad, no me respondieron sobre estado de mi siniestro (4 meses después), para hacerlo mal y con sorna. Por si no lo saben, en todo accidente tienen derecho a asistencia jurídica, a elegir centro de fisioterapia y a ser indemnizados por los días de baja médica, secuelas, días impeditivos y porcentaje de corrección. (Hechos de los que no te informan y que afirman desconocer).

Son situaciones que alimentan la frustración de muchos ciudadanos que tenemos que resolver por teléfono problemas que sería más sencillo abordar con otros ojos frente a los tuyos. En el caso de Formentera, me quito el sombrero ante ellos, que sufren estos hechos multiplicados por tres, y me disculpo si en alguna ocasión desde Ibiza hemos reproducido esta cadena de desatinos en idénticas circunstancias que las que nosotros padecemos.

Tras esta reflexión solo me queda pedirle a los Reyes Magos que nos traigan a un nuevo gobierno que no desestime la geografía, el latín, la literatura y esas asignaturas de los que fuimos a EGB para que todo español sepa poner en el mapa a Ibiza, no solo sensorialmente, sino también físicamente. Si por lo que fuere este regalo no fuese posible cruzaré los dedos por si nos toca “la Lotería”.